Las horas posteriores a que la policía de Córdoba levantara el acuertalamiento muestran que la capital de la provincia mediterránea va recuperando lentamente la normalidad, en el marco de un importante despliegue en distintos puntos de la ciudad.
Algunos comercios han vuelto a abrir (principalmente kioskos y bares) luego de que permanecieran cerrados desde ayer a la noche ante los saqueos y robos ocurridos aprovechando el acuartelamiento de la policía.
Asimismo, ayer la población -aún con temor- retornaba a calles, donde sólo circulaban taxis y algunos autos particulares y todavía quedan vestigios de las barricadas montadas por los vecinos para evitar saqueos y robos, en tanto que las estaciones de servicio han vuelto a funcionar desde las 17.
Está previsto que hoy los colectivos urbanos y de media y larga distancia circulen nuevamente y que haya clases en las escuelas públicas, abran los bancos y vuelvan a funcionar las dependencias municipales y provinciales.
La policía también ha retornado a las calles y en una recorrida que realizó Télam se pudo observar un importante despliegue de la fuerza realizando diversos operativos en varios puntos de la ciudad.
Así ocurrió con dos sujetos que circulaban en moto y fueron detenidos en la intersección de la avenida Chacabuco y la calle Rondeau y otros dos que viajaban a bordo de una camioneta Ford Ecosport y fueron interceptados en la esquina de las calles San Lorenzo y Obispo Salguero.
Los jefes policiales consultados por Télam informaron que estos operativos, rodeados de una gran cantidad de vecinos que se acercaron a observar que ocurría, se realizan “para contrarrestar la intranquilidad por los saqueos y que todo vuelva a la normalidad”.
Lo cierto es que es una imagen común en Córdoba la de la policía deteniendo gente por las calles y llevándosela porque en Córdoba se aplica el código de faltas, una ley provincial que permite castigar conductas como el merodeo y mediante la cual el comisario pasa a ser el juez de faltas.
