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Rindes de mijo complicados con la sequía

Se sembraron 3.000 hectáreas más de mijo que el año pasado; no obstante, en los últimos diez años la tendencia es a una fuerte caída en la superficie. A pesar de ser base alimentaria en otras sociedades, en la Argentina se usa casi todo como forraje.

Se sembraron 3.000 hectáreas más de mijo que el año pasado; no obstante, en los últimos diez años la tendencia es a una fuerte caída en la superficie. A pesar de ser base alimentaria en otras sociedades, en la Argentina se usa casi todo como forraje.
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Por Infocampo

En 1996 se habían sembrado 121.000 ha de mijo y hoy apenas si se llega a las 31.000. Algo ha cambiado en muy poco tiempo para este cereal que en nuestro país se utiliza mayormente como forraje pero en el mundo se destina a consumo humano. En la última década se produjo un vuelco hacia sistemas de producción intensivos en carne y leche, con una fuerte adopción de sistemas de alimentación que combinan el pastoreo directo con suplementación.

En muchos países de Asia y África el mijo es una fuente de alimento básico, pero en nuestro país se lo destina casi todo al pastoreo cuando el grano en la panoja alcanza el estado lechoso, o conservando el forraje mediante la henificación (elaboración de rollos). “Este año hubo un inicio de cultivo con una sequía importante que afectó bastante al mijo y que, unida a la del año pasado, complicó la implantación”, explicó a Infocampo el técnico del área de Producción Animal del Inta Bordenave, Daniel Larrea. “Son muy pocos los que cosechan, principalmente los semilleros; pero creo que esta campaña en el sudoeste de Buenos Aires habrá rindes de 1.100 kg, muy por debajo de la media de 1.700 kg (y más lejos de la media de la provincia de 2.200 kg)”, dijo el técnico.

En 30 años la superficie media sembrada cayó de 281.000 ha, con el 72% destinado a recolección, a la década del 90, con sólo 98.000 ha sembradas y sólo el 48% recolectado.

En lo que respecta al suelo, Larrea indicó que “es como otras gramíneas, extrae nitrógeno, y prové una buena producción de forraje en un momento crítico como el estival. Es bueno porque tiene rápida implantación y en 45 a 60 días puede ser pastoreado”.

Buenos Aires cultiva el 40,5% y Córdoba el 29%. La caída de cosecha de la campaña 2004/05 podría influenciar en la disponibilidad de semillas para campañas próximas.

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Es, junto al sorgo, fuente principal de energía, proteínas, vitaminas y minerales para millones de los habitantes más pobres del mundo. Es considerado un cultivo de subsistencia pues es sembrado, recolectado y consumido en su mayor parte, por los grupos de gente más desfavorecidos en países como India, China o zonas semiáridas de África. No suele ser objeto de comercio internacional y local, por lo que en caso de contar con excedentes en los volúmenes de producción, difícilmente los productores tengan un mercado asegurado. En la Argentina, la variedad que más se hace es el mijo común o el Perla.

Juan I. Martínez Dodda

jdodda@infocampo.com.ar

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