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Rizo-Liq inocula directo al surco

Rizobacter presentó en sociedad su convenio con Syngenta y dos nuevos productos: Rizo-Liq Surco y Prepack Max. El beneficio económico por favorecer la fijación biológica de nitrógeno es importante.

Rizobacter presentó en sociedad su convenio con Syngenta y dos nuevos productos: Rizo-Liq Surco y Prepack Max. El beneficio económico por favorecer la fijación biológica de nitrógeno es importante.
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Por Infocampo

Una máxima que se comprueba, sobre todo en el interior del país, es que cuando al productor le va bien invierte. Lo que también está claro es que las empresas vinculadas a la actividad agropecuaria también invierten en nuevos desarrollos que favorecen una mejor producción.

El pasado martes 22 de agosto Rizobacter presentó en Buenos Aires Rizo-Liq, la nueva tecnología en inoculación desarrollada para aplicar, directamente sobre la línea de siembra. Entre las ventajas, se reducen los tiempos destinados al inoculado y se previenen potenciales daños mecánicos de las semillas al evitar un segundo paso de la máquina curadora. Además, disminuye el riesgo de desecación del inoculante a la siembra con la consiguiente reducción de la mortalidad bacteriana.

La aplicación se hace mediante equipos de inoculación especialmente diseñados que se fijan a la sembradora. En ensayos realizados en Concepción del Uruguay con Rizo-Liq se obtuvo un 12,48% más de rinde (265 kg/ha más que el testigo) y en Balcarce el incremento en una soja de segunda fue de 486 kg/ha  llegando a los 1.858 kg/ha.

El otro producto presentado fue Prepack Max. “Los dos productos tienen como objetivo maximizar la nodulación, y con esto aumentar al máximo la fijación biológica de nitrógeno y, por consiguiente, los rendimientos en soja”, explicó el jefe del Departamento de Desarrollo de Rizobacter, Gustavo González Anta.

El desarrollo comercial está asociado a las ventajas que posibilita la combinación de los inoculantes con el curasemillas de última generación Maxim XL, de la firma Syngenta. Ambas empresas hace un tiempo que mantienen un acuerdo de cooperación tecnológica.

El rendimiento puede venir desde el suelo, en ese caso la planta lo absorbe y los traslada al grano; o por asociación de la planta con una bacteria que fija nitrógeno de tal manera de poder maximizarlo. “Con la tecnología de inoculación en zonas con población naturalizada de la bacteria (en donde la soja es un cultivo recurrente hace varias campañas), los incrementos de rendimiento oscilan entre los 200 y los 300 kg”, indicó González Anta.

El desafío de Rizobacter, que detenta aproximadamente el 30% del mercado de inoculantes de la Argentina, es desarrollar el mercado norteamericano.

Juan Ignacio Martínez Dodda

jdodda@infocampo.com.ar

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