Autoridades holandesas ordenaron el sacrificio de 42.700 pavos criados en una granja de la provincia de Limburgo (al sur de Holanda), tras detectar un brote de gripe aviar en su producción.
La autoridad holandesa de Seguridad Alimentaria y del Consumidor (VWA) ordenó además la prohibición por 24 horas del transporte de ganado aviar, huevos y estiércol en un radio de 3 kilómetros alrededor de la granja afectada, zona en la que se ubican unas 25 explotaciones aviares.
Ante esta alarma, Bélgica se suma a las medidas de precaución, por lo que la Agencia Federal de Seguridad en la Cadena Alimentaria anunció que podría decretar medidas de control y prevención en su territorio, en el caso de que se tratase de una variante virulenta de la enfermedad.