La reducción de los niveles de faena, generada por la escasa disponibilidad de hacienda y las restricciones para exportar, provocaron desde enero pasado el despido de alrededor de 350 trabajadores en el sector frigorífico.
Según datos aportados a Infocampo.com.ar por fuentes del sector cárnico, se produjeron, además de los despidos, adelantos de vacaciones y reducciones de jornadas laborales que afectaron al menos a otros 4500 trabajadores.
En tanto, otros 1500 operarios continúan hasta el momento cobrando el subsidio por desempleo otorgado por el Ministerio de Trabajo de la Nación a trabajadores de frigoríficos despedidos o cesanteados.
Si bien los despidos se produjeron especialmente en las compañías de mayor escala (como es el caso de Frigorífico Rioplatense), la mayor parte de las empresas del sector comenzó a reducir costos laborales ante la certeza de que el actual escenario es de caracter estructural. Es decir: llegó para quedarse un buen tiempo.
Algunos figoríficos de menor porte, según indicaron las fuentes, están desdoblando el salario en hasta tres pagos para evitar desfinanciarse y mantener así las compras de hacienda de la manera más regular posible. Otra de las características comunes que se están observando es que las empresas redujeron de manera significativa las contrataciones temporarias.
Si bien las previsiones para los próximos meses no son alentadoras, fuentes del sector esperan que en mayo o junio aparezca un mayor volumen de hacienda en el mercado, lo que contribuiría (en caso de suceder, claro) a reducir los precios de la hacienda (aunque nadie proyecta precios tan bajos como los pagados durante todo el año pasado).
Los propietarios y administradores de frigoríficos además están en plena negociación salarial con referentes sindicales del sector, quienes reclaman aumentos del orden del 30%, cuando el sector empresario pretende que los incrementos se ubiquen en un rango del 15% al 18%.