Conocer en profundidad a todos los actores de las cadenas lácteas locales, sobre todo el primario, para luego diseñar políticas públicas más eficientes es el camino que están emprendiendo los gobiernos de las cuatro principales provincias lecheras: Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe.
Para ello, cada Estado provincial está trabajando en el relevamiento de los tambos e industrias radicados en su ámbito de injerencia.
En cantidad de establecimientos de producción primaria, Santa Fe lidera la lista del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), con casi 4190 tambos inscriptos. Acompañan a esta provincia, Córdoba, con 3725 y Buenos Aires, con cerca de 2730.
Bastante más atrás se ubica Entre Ríos, en cuarto lugar, con casi 700 establecimientos primarios. Esta última cifra difiere del número manejado por el gobierno provincial, que es de 843 tambos inscriptos.
Conocidas esas cifras, la iniciativa de los gobiernos locales, ahora, está centrada en conocer datos vinculados a la producción diaria; la superficie destinada a los tambos; la propiedad y uso de la tierra; los servicios y asesoramiento técnico con que cuentan los productores; la infraestructura disponible; y distintos aspectos vinculados a los trabajadores, entre otras cuestiones.
Entre Ríos, en este sentido, fue la primera provincia en contar con datos actualizados sobre su sector lechero. Tras diez años, relevando sobre aspectos productivos y tecnológicos, ‘creímos conveniente incursionar en la problemática socioeconómica del productor’, destaca el último informe provincial. Por el mismo camino transitará el resto de las provincias.
Para su relevamiento, Entre Ríos realizó 647 encuestas, casi un 77 por ciento del total de los tambos inscriptos en 2007/08. De ese informe, se mensuró una realidad muchas veces denunciada. Los tambos chicos (con un volumen de entrega diaria de entre 101 y 500 litros) tienen una producción de entre 7,5 y 14,5 litros/día/vaca en ordeño.
Mientras que tambos grandes (de entre 3500 y hasta 10.000 litros diarios) tienen una producción promedio de 22,3 litros/día/vaca en ordeño.Eduardo Churruarín, director de Ganadería de Entre Ríos, explicó en diálogo con Infocampoque “a veces, los costos de producción de los productores chicos son mayores que sus ingresos por la venta de sus productos, aunque cuenten con las compensaciones del Gobierno Nacional, y eso los lleva a un retraso competitivo con respecto a los establecimientos grandes”.
Los tambos chicos, en este sentido, “intentan que su negocio sea más rentable a partir del agregado de valor”, agregó Churruarín. La elaboración de quesos es una de las estrategias de los tamberos entrerrianos.
Este dato es más preocupante aún para las autoridades provinciales si se tiene en cuenta que esos tambos chicos representan el 36% de la producción láctea local diaria, mientras que los grandes acaparan de ese volumen sólo el 9%.
En las conclusiones del informe elaborado por el Programa de Desarrollo Lechero de la Dirección General de Lechería y Granja, se resalta la necesidad de “apuntar la estrategia a los estratos más chicos y medianos chicos, que se encuentran en condiciones más desventajosas por escala y deficiente uso de los factores de producción”.
Las otras tres provincias lácteas también están en la búsqueda de datos similares a los que ya arribó Entre Ríos. Buenos Aires, en este sentido, tiene previsto para marzo tener listo su relevamiento y censo de todos los establecimientos lecheros bonaerenses.En la previa, el Gobierno provincial estima que existen, además de los cerca de 2800 tambos, unas 300 industrias Pymes.
La participación de la provincia en la producción láctea nacional, estimada en cerca de 10.000 millones de litros, es del 26%. En este contexto, un tambo chico produciría entre 1000 y 3000 litros diarios.
“Hay empresas lácteas grandes, conocidas, pero existen muchas pymes, que hacen al desarrollo del país, y que es necesario conocer sus particularidades para implementar los programas de asistencia de manera más eficiente”, aseguró el director de Ganadería bonaerense, Ángel Cruz a Infocampo.
Consultado por esta coincidencia de que todas las provincias impulsaran relevamientos sobre el sector, Cruz indicó que “existe interés de tener una real dimensión de esta actividad atento a los niveles de exportación y las necesidades de abastecimiento interno”.
En Santa Fe tomaron un camino alternativo para conocer al sector. El gobierno de Hermes Binner firmó un convenio con la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Lecheras (Apymil) con el objetivo de “fortalecer a las empresas en materia de Buenas Prácticas de
Manufacturas; y a los tambos a partir de técnicas de gestión, genética y rodeo”. En el marco de este acuerdo, se llevará a cabo el relevamiento del sector lácteo provincial.
El siguiente paso: apuntar a la asociatividad de los productores para terminar con la usina dependencia. El ministro de la Producción santafesino, Juan José Bertero, consideró que “es mucha la gente, mucho empleo y mucha presencia territorial la que está detrás de ese proyecto”, que entre otras cosas incluye la entrega de leche en polvo con fines sociales por parte de la industria.
En Córdoba, por su parte, serán las Unidades Ejecutoras Locales (UEL), quienes al momento de vacunar el ganado contra la fiebre aftosa realizarán un relevamiento del sector lácteo. Los datos podrían estar listos en marzo.
El secretario de Ganadería de Córdoba, Daniel Carignano, explicó a Infocampo que la información obtenida en el relevamiento “se utilizará para el diseño de las políticas públicas provinciales”.
El funcionario, en este sentido, habló de la necesidad de asistir a los “cerca de 400 tambos-fábricas cordobeses”. Con los resultados de sus respectivos relevamientos en la mesa, los gobiernos centrarían sus esfuerzos en apuntalar al sector. El asociativismo de los productores para agregar valor a los productos, entre otras opciones, creen que podría ser la puerta que los lleve a un mayor desarrollo del sector.
Mariana Leiva
Nota publicada en la Edición de Hoy del Semanario Infocampo