Desde hace largo tiempo, los responsables de la industria molinera advierten que la actividad está en serios problemas debido a la creciente evasión impositiva, a las alícuotas de IVA diferenciales, y a la creciente instalación de molinos clandestinos. Un panorama por demás oscuro que puede devengar en la eclosión del sector.
-¿Cuál es su balance con respecto a cómo se encuentra hoy la industria molinera?
-Estamos atravesando una crisis muy importante, y siempre que podemos desde la Federación de la Industria Molinera lo repetimos. El mayor inconveniente que tenemos hoy es la informalidad del sector, producto de una asimetría en la alícuota del IVA.
-Ustedes conversaron con respecto a este tema con autoridades del Ministerio de Economía. ¿Qué respuesta obtuvieron?
-Nos reunimos con todas las Secretarías e incluso tuvimos una reunión con la ministra de Economía. En el 2004 elaboramos un proyecto de ley para la baja del IVA al 10,5%. En diciembre de 2005 en las sesiones ómnibus entró a recinto y no fue tratada por una cuestión de tiempo, y de ahí en adelante en Diputados no avanzó.
Desde Agricultura hasta Ingresos Públicos están evaluando diversos estudios respecto del tema, supuestamente antes de mayo de este año tiene que haber una resolución.
-¿Qué puede pasar ante un escenario que demuestra una baja importante en la producción de trigo que devengaría en un aumento importante en la materia prima?
-Nosotros prevemos que la materia prima, por una cuestión de oferta y demanda, va a empezar a subir en el mes de abril; de ser así es indudable que el producto va a aumentar, porque el 70% del costo final de la harina es el trigo.
-¿La industria tiene hoy el poder de stockearse cuando el precio del trigo está relativamente bajo?
-Lamentablemtne el sector no tiene la capacidad financiera propia ni de los bancos de stockear. Si se observan los números de Agricultura y se compara con lo que se lleva Brasil tradicionalmente, faltarían un millón de toneladas para completar el año 2006.
-Considerando el antecedente de la carne, si se viniera una suba del pan y los panificados, ¿qué estrategia como sector seguirían?
-Lamentablemente no tenemos mucha capacidad de maniobra; el problema de la carne es el fiel reflejo de lo que ha sucedido. Hay que tomar en cuenta que la harina es el producto alimenticio más importante en consumo de la población argentina, muy superior a la carne, y tiene una incidencia directa más grande sobre la canasta básica. Indudablemente, si el trigo aumenta, el pan también, no queda otra.
-¿Creció la cantidad de molinos que están actuando de manera ilegal?
-Esto sigue empeorando, y lo seguimos denunciando; es inaceptable que una industria que tiene casi el 50% de capacidad ociosa siga abriendo establecimientos; En el último año se abrieron más de 30, los cuales no tienen ningún control impositivo ni bromatológico.
-¿Cómo cree que está actuando la Oncca respecto de este tema?
-Creo que la Oncca y su director, Marcelo Rossi, hacen lo que pueden. Antes de la autarquía del organismo, era muy difícil el control porque no tenían el suficiente manejo finaciero para verificar tantos establecimientos.
-¿Qué es lo que está ocurriendo con el tema de los costos, como la energía, los salarios, los fletes? ¿Cómo le pega todo esto a la industria?
-De energía tuvimos un incremento retroactivo de alrededor del 18% en el último mes, y sumado al pedido del incremento salarial después del acuerdo de los camioneros, esta conversación se volvió y, por supuesto, esto repercutirá en los costos.
-En definitiva, ¿cómo se arregla toda esta situación?
-Esto ya no está en nuestras manos, si seguimos con una evasión tan grande y no se corrige, el futuro de la industria molinera no es para nada bueno, todo esto lleva a una desinversión del sector.
