Con resultados que llegan a un promedio de 213 kg de más rinde por hectárea, el bioinductor SIGNUM, la máxima tecnología disponible para el tratamiento de semillas de Rizobacter Argentina, marcó diferencia en los resultados de la campaña de soja 2011-2012.
El dato surge de la red de ensayos de INTA (Pergamino y Concepción del Uruguay) , CREA (Regional Litoral Sur) y del servicio técnico de Rizobacter, donde se registró una diferencia promedio de 7,4 % en los lotes tratados con SIGNUM sobre los inoculantes tradicionales.
Los mayores beneficios de la bioinducción radican en la respuesta del cultivo ante sequía, exceso de agua y acidez del suelo. SIGNUM supera a la clásica inoculación porque actúa como un generador de señales moleculares que activan de manera temprana procesos metabólicos en la planta y en la bacteria. A través del mejoramiento de esta comunicación, se induce una mayor actividad rizosférica y una nodulación más temprana. El bioinductor activa mecanismos de resistencia que permite formar nódulos, aún en situaciones de estrés y optimizar la fijación biológica del nitrógeno, fundamental para la nutrición del cultivo.
Estudios realizado por el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Cuba junto a Rizobacter Argentina demostraron los beneficios de la bioinducción en situaciones adversas:
Los ensayos prueban que plantas cultivadas en extremas condiciones de sequía (30% de capacidad de campo) en presencia del bioinductor desarrollan el doble de nódulos y mayor masa seca, comparados con un inoculante común.
En los resultados de nodulación obtenidos en suelos en situaciones de estrés por ph ácido en la provincia de Buenos Aires (Junín y Bolívar) se observa un mejor comportamiento del bio-inductor con respecto al inoculante común tanto en la disposición de los nódulos y su mayor masa seca.
Al propiciar condiciones de anegamiento, las plantas tratadas con SIGNUM lograron sobrevivir y desarrollar nódulos efectivos, con diferencias estadísticamente significativas sobre el inoculante común.
La humedad del suelo es uno de los factores que limitan la simbiosis ya que excesos de agua afectan el rendimiento de las leguminosas y su interacción con los rizobios, mientras que el déficit hídrico inhibe la formación de nódulos, su tamaño y el proceso de fijación de nitrógeno. Po otro lado, la acidez es uno de los factores que más afecta a los suelos en la actualidad (1,5 millones de ha en el mundo). Inhibe la formación de los nódulos en la soja, como consecuencia la fijación biológica del nitrógeno y con ello su aporte a la nutrición del cultivo.
Para hacer frente a la incidencia de los factores ambientales, la bioinducción se presenta como una solución posible para mejorar y aumentar la producción en el marco de una agricultura sostenible. Precisamente se trata de potenciar las capacidades fisiológicas de los microorganismos del suelo que inciden en la nutrición, salud de los cultivos y tolerancia a condiciones de estrés.