Optimista y contento. Así se mostró Diego Cifarelli, subgerente general de Molinos Tassara, en diálogo con Infocampo, al evaluar la participación de esta empresa, junto a otras firmas argentinas, en una feria realizada en Pekín, China, en la que se realizaron contactos y se estudiaron las posibilidades para la exportación de productos argentinos.
Del 20 al 26 de noviembre, siete empresas de las industrias sojera, vitícola, triguera, de maquinaria agrícola, de alimentos para mascotas, apícola, avícola y porcina, estuvieron en el evento realizado en el gigante asiático, invitados por la Cancillería argentina y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Fundación Cane, quienes subsidiaron alrededor del 40% del costo del viaje.
También participó una delegación argentina de la gobernación bonaerense, que nucleaba a otras diez empresas.
“Creo que esta es una alternativa para explorar mercados alternativos. Estos eventos sirven para abrir la cabeza de cara al futuro”, definió Cifarelli.
El encuentro internacional también reunió a representantes de países latinoamericanos como Uruguay, Chile, Ecuador, Colombia, Perú; y de la Unión Europea, entre otros.
“No creíamos que podía ser un destino interesante para la harina de trigo, nuestro commodity principal, pero sí en alimentos para mascotas, rumiantes y otros tipos de animales. Se presentaron negocios concretos y me encontré con todo tipo de interrogantes, hasta de alimentación para camellos”, comentó Cifarelli.
En harina de trigo varios fueron los aspectos destacados de la feria. Uno de ellos fue el stand dedicado a los productos orgánicos, donde se manifestó gran avidez de compradores chinos y se abrió una oportunidad para una bodega argentina. “Da la sensación que es lo que se viene”, describió Cifarelli.
Otro de los aspectos importantes fue los fletes. “Lo que más me sorprendió fue que el transporte no es un problema. Ellos se encargan del transporte a dársena y del flete marítimo porque son muchísimos más los barcos que llegan a la Argentina con mercadería que los que vuelven, entonces les resulta mucho menos oneroso contratar el flete desde allá”, dijo el subgerente general de Tassara. De esta manera se simplifican las cosas, porque los empresarios sólo se tienen que ocupar de analizar qué producto exportar.
Una tercera cuestión que resaltó fue la disposición inmediata de los empresarios chinos a firmar acuerdos comerciales durante la feria. “Pensábamos que demoraban la decisión final, pero en nuestro caso preferimos dejar el análisis para la vuelta”, sintetizó Cifarelli.
El negocio que tienen en danza y en el que buscarán avanzar es en la exportación de alimentos balanceados, actualmente producen unas 2.000 toneladas mensuales.
Los pasos a seguir son ajustar los requisitos fitosanitarios a las exigencias de China. “La idea era poner un pie y ver qué había. Nos encontramos que se podía hacer negocios de todo tipo y dónde lo que pensábamos que era un problema, que es cómo acercar el producto no lo es. Así que tenemos que trabajar en todo lo otro”, dijo el representante de Tassara.
