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Un golazo: México logró secuenciar el genoma del maíz

El avance fue logrado por investigadores mexicanos del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio). Servirá para desarrollar maíces con ventajas agronómicas en los próximos años. El proyecto duró dos años y tuvo un costo de 55 M/u$s.

El avance fue logrado por investigadores mexicanos del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio). Servirá para desarrollar maíces con ventajas agronómicas en los próximos años. El proyecto duró dos años y tuvo un costo de 55 M/u$s.
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Por Infocampo

Esta semana Mexico hizo un golazo en el ámbito científico: anunció que logró la secuenciación completa del genoma del maíz, cultivo que es originario de la nación azteca.

El avance fue logrado por investigadores mexicanos del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), dependiente del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav).

âEstamos orgullosos de que este proyecto se completara no sólo en un único país, sino en un único laboratorio’, dijo hoy Alfredo Herrera Estrella, director del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad, en una entrevista telefónica concedida a la agencia Bloomberg.

âSabíamos cuando comenzamos que había intentos en marcha en EE.UU., pero sentíamos que teníamos que hacer esto para el país’, añadió Herrera Estrella.

El genoma es el conjunto de genes que tiene un organismo y la secuenciación de los mismos es el primer paso de toda investigación genómica. El segundo paso es comprender cuál es la función de cada uno de los genes en la determinación de las proteínas que éstos codifican.

La interpretación del programa genético de una planta permite la posibilidad de reprogramar esos organismos en función âen principioâ de la variabilidad genética presente en cada especie.

Esto se realiza por medio de la prospección e identificación de las mejores variantes de los genes de interés presentes en la biodiversidad de especies emparentadas. Por ejemplo: una vez identificados aquellos genes de un cultivo comercial que más eficientemente activan los mecanismos de resistencia de una enfermedad determinada y que, frecuentemente, no se encuentran presentes en las semillas comerciales de dicho cultivo sino en sus parientes silvestres, la selección de esos genes podrá ser repotenciada para que los mismos estén presentes en el genoma los cultivos comerciales ante la aparición de la enfermedad en cuestión.

Otra posibilidad de la genómica âaunque bastante más complejaâ es identificar y caracterizar redes de genes que actúan coordinadamente para ejercer una función determinada. Esto se realiza mediante una rama de la genómica denominada transcriptómica y que implica el empleo de los llamados microarreglos de ADN (también denominados biochips, los cuales contienen en un pequeña superficie la representación de los ADNs de la mayoría o de todos los genes de un organismo).

Para procesar la vasta información generada a partir de los chips de ADN se requiere el empleo de programas y equipos de alta complejidad (bioinformática). De esta forma, la aplicación de biochips y bioinformática permitirían monitorear el mejoramiento simultáneo de muchos genes distintos para reprogramar estructuras anatómicas complejas.

Por todo esto, con la secuenciación del genoma del maíz se espera que, en los próximos años, los investigadores mexicanos puedan lograr cultivos de maíz con mejoras agronómicas (orientadas a brindar una mayor competitividad al cultivo por medio de mayores rindes potenciales o menores costos de producción).

El costo del Proyecto Genoma Maíz fue financiado con fondos estatales y tuvo un costo del orden de 600 millones de pesos mexicanos (55,3 M/u$s) según indicó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de ese país (Sagarpa). El programa tuvo una duración de más de dos años.

Ezequiel Tambornini

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