Hay nuevas formas de ver, pensar y hacer agricultura. La intersiembra es una de ellas. Pablo Calviño es asesor del grupo CREA Tandil desde hace 20 años. En la actualidad, el 35 % de la superficie que maneja se hace con el doble cultivo girasol-soja.
“Se me ocurrió estudiar ese tema partiendo de que la renta del agricultor depende de los precios del rinde y muy pocas veces del gasto”, comentó Calviño.
El rendimiento de los cultivos de gruesa depende principalmente del agua. Entonces, ¿por qué se mide el rendimiento por hectárea y no por milímetro? Calviño analiza el resultado de los cultivos en forma anual basándose en que el rendimiento por hectárea no tiene ningún sentido si no se le agrega una unidad de tiempo.
“Se vienen nuevas formas de medir la agricultura y la práctica de hacer varios cultivos por año”, anunció Calviño.
Los argumentos: “Si tenemos dos cultivos en un año, podemos tomar el 75% de las precipitaciones en lugar del 50%, como lo hacemos habitualmente”, dijo.
Desde el punto de vista fisiológico, la soja tiene un período crítico muy diferente al del trigo, maíz y girasol. Entonces la intersiembra puede ser una herramienta útil.
“En la medida que el primer cultivo llegue a madurez fisiológica antes que el segundo empiece su período crítico, ambos cultivos podrían obtener rendimientos muy cercanos a los máximos”, sostuvo el técnico del CREA Tandil.
Milva Beloso – especial para Infocampo
