Cuando la mayoría de los analistas políticos ya descuenta el triunfo electoral del presidente Néstor Kirchner, es momento de ocuparse del día después.
¿Qué sigue? Antes de pensar en las fiestas de fin de año, todavía queda una cita clave para el futuro del sector agroalimentario: diciembre en Hong Kong. La reunión de los ministros de los países de la OMC en el marco de la ronda de Doha.
“Nadie está mirando lo que ocurre con las negociaciones agrícolas internacionales, y o-jo que puede haber una sorpresa agradable para la Argentina.” El comentario deslizado por un economista de larga trayectoria en la última reunión del grupo SEMA dejó a los empresarios reunidos allí con la sensación de que el “viento de cola” que viene traccionando a la economía argentina hacia adelante puede ser todavía más fuerte. “La Unión Europea ya adelantó que está dispuesta a hacer concesiones en el tema agrícola, bajando sus subsidios. Y sin esperar la contraparte de los Estados Unidos. Lo que constituye toda u-na novedad.” En esa línea también está el reconocido analista brasileño Polan Lacki (ver pág 2). Si es así, ¿qué nos van a pedir a cambio? Nuestro socio mayor en el Mercosur, adivinando qué, ya anticipó la respuesta. Ese mismo economista (que expresamente pidió no ser citado como fuente) señaló que “hace unos días, el presidente Lula y su ministro Antonio Palocci declararon que están dispuestos a bajar el arancel para el ingreso de productos industriales extra Mercosur”. Si las negociaciones de fin de año en Asia llegan a alguna clase de acuerdo, en la reunión que está pautada para febrero del 2006 entre el Mercosur y la UE estaría pavimentado el camino para la conformación del bloque económico más grande del mundo. Si todo sale bien, la Argentina ganaría a dos puntas. Colocaría sus commodities en un mercado de alto poder adquisitivo y, al mismo tiempo, podría adquirir bienes industriales a menor precio.
Desde adentro y desde afuera ya se están preparando por si ese es, finalmente, el escenario para los agronegocios en la Argentina. ¿Un ejemplo? Después del resultado de la primera versión de fideicomiso público para la producción de granos lanzado en abril (u$s 2,8 M para sembrar 10.000 hectáreas), Los Grobo lanzarán el segundo fideicomiso (u$s 10 M para sembrar 40.000 hectáreas) con el que intentarán atraer a inversores institucionales.
Ya no sólo China nos empuja para arriba, ¿ahora será la UE?
Daniel Díaz | ddiaz@infocampo.com.ar
