Mientras más de quinientos funcionarios nacionales, provinciales y municipales estuvieron dos días deliberando sobre el futuro de la Región Centro, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, viajó a Ginebra, en otra escala de su batalla contra Monsanto por el tema regalías.
En el primer caso, la ciudad entrerriana de Colón recibió a los goberandores José Manuel de la Sota (Córdoba), Jorge Obeid (Santa Fe) y el anfitrión, Jorge Busti, como estandartes detrás de los cuales se encolumnó la institucionalidad de la región.
No es un dato menor recordar que desde este mismo conglomerado provincial se alzó el reclamo por una mejor distribución de los derechos de exportación (retenciones) para que se vuelquen a las necesarias obras de infraestructura que, como señalamos el número anterior al presentar el trabajo del Foro de la Cadena Agroindustrial, se está convirtiendo en la principal limitante para el desarrollo del sector. Es bueno recordarlo, porque si bien las contingencias electorales hicieron oportuno no recargar las tintes sobre la administración del presidente Néstor Kirchner, es dable suponer que, pasados los idus de octubre, volverá a estar sobre la mesa. Nadie puede creer que los gobernadores van a ceder en sus demandas, sobre todo si son lógicas. Y si, además, coinciden con el reclamo de los empresarios agroindustriales, mucho más.
Ya licuado el efecto de la devaluación, el sector comienza a crujir al compás del debilitamiento de sus márgenes de rentabilidad. Una muestra es el descenso en el área triguera y maicera a expensas de la soja en la actual campaña. Los empressarios lo saben. Esta dirección va a trasmano de la rotación, de la sustentabilidad y de todos los ejes que cimentaron el crecimiento de la producción.
Mientras tanto, Campos viaja a Ginebra para convencer a extraños lo que no puede con los propios. Es, cuanto menos, paradójico. El sentido común aconseja, en las situaciones que muestran estancamiento, construir consensos para seguir. De a ratos, la gestión de Campos parece ir en ese sentido. Luego vira en sentido contrario. En otras circunstancias podría ser una cuestión de estilo. Y nada más. Pero hay mucho en juego. Así lo entienden los dirigentes de la Región Centro, y eso es lo que están haciendo. ¿Será después de las elecciones el momento de imitarlos desde la SAGPyA?.
Daniel Díaz | ddiaz@infocampo.com.ar
