El conocido avance de la agricultura hizo que la ganadería perdiera cerca de 6 millones de hectáreas, en su mayoría destinadas a la invernada, y que esta producción buscara nuevas zonas donde desarrollarse. El NEA primero y el año pasado también el NOA recibieron fuertes inversiones inmobiliarias. En la última campaña de remates de cabañas en el norte del país los valores de los reproductores superaron a los de la pampa húmeda. Es que muchos buscaron armar los rodeos para poblar esos campo.
En consecuencia, se difundió una nueva modalidad de comercialización del rodeo de cría que estaba reservada preferentemente a la venta de terneros para invernada: la venta a futuro.
âLos inversores que desmontaron los campos quieren asegurarse los vientres cabeza de lotes que se producen en Corrientes o Chacoâ, indicó el ingeniero Tomás Bahillo, de la firma consignataria Madelán.
Esta modalidad consiste en cerrar ahora el negocio y comprometer la entrega de la hacienda dentro de 5 o 7 meses, cuando el campo esté desmontado y con la suficiente provisión de pasturas.
Por lo general, el 50% del valor se paga por adelantado y el resto contra la entrega de la mercadería, pero estos porcentajes pueden llegar a variar en cada negociación. La entrega por adelantado puede llegar hasta al 80% del valor total.
Bahillo señaló que este año hicieron un número elevado de contratos a término con vaquillonas entoradas y que los valores que se pagan oscilan entre $1.100 y 1.200 por vaquillones preñada y por las a entorar entre $750 y 800; valores similares a los que se estuvieron pagando en los remates del norte.
En cuanto a la cantidad de animales que se incluyen en cada negocio señaló que van desde los 150 hasta los 700 cabezas.
Las vaquillonas preñadas se entregan con garantía de preñez y las a entorar con el peso de entore adecuado que ronda los 300 kilos. En el caso de que parte del rodeo no se haya preñado, los compradores se cubren mediante una cláusula contractual que estipula penalidades ante este tipo de situaciones. La âmultaâ es del orden del 20% sobre el valor por unidad. Es decir que si sobre una operación en la cual se comprometió la entrega de 200 vaquillonas preñadas, pero del total sólo 190 lo estaban. El vendedor debe reitegrar el valor negociado por cada una más un 20% sobre ese precio. Bahillo aclaró que hasta el momento no tuvieron este tipo de inconvenientes ya que se aseguran que el vendedor tenga el doble de animales para preñar de los que pretende vender.
En cuanto al tipo de hacienda, el consignatario señaló que es ganado proveniente de la âzona de garrapata; la línea límite donde se compra esta hacienda es el norte de Santa Fe y Santiago del Estero,. el sur de Corrientes, Fromosa, Chacoy Misionesâ.
Con respecto a quienes hicieron las mencionadas inversiones inmobiliarias indicó que se trata de grandes productores ganaderos, otros ajenos al sector e incluso de inversiones extranjeras.
Acerca de la carga por hectárea que soportan esos campos, Bahillo indicó que si bien la zona es muy amplia, âse puede hablar de un promedio de una cabeza por hectárea. Pero esto varía ya que en verano, cuando hay mayor producción de pasto puede ser superior y un poco menor en inviernoâ.
Bahillo agregó que una tendencia de los últimos meses fue que ganaderos de la pampa húmedo vendieron sus vacas para transformar sus campos a la agricultura, luego compraron hacienda de cría en el norte y la colocaron en estos campos en sistemas de capitalización.
Invernada
En Madelán indicaron que en el último mes se frenaron los contratos a futuro con hacienda de invernada debido a que los criadores piden por encima de los $3 por kilo cuando los invernadores esperan pagar entre $2,60 y 2,90 al momento de la zafra. Tomás Bahillo comentó que también se registró un aumento de los contratos de capitalización de terneros para invernada en el norte. En estos casos el dueño del campo y de la hacienda se dividen en partes iguales los kilos ganados por los terneros durante el período de engorde.
Nicolás Razzetti
nrazzetti@infocampo.com.ar
