La convocatoria -enmarcada en la Ley nacional 25.422- busca aumentar el stock ovino, mejorar el status sanitario de los animales y lograr una producción comercial y sostenible.
Al adherirse a esta norma, Salta dispone anualmente de un presupuesto brindado por la Nación a fin de lograr la adecuación y modernización de los sistemas productivos ovinos a través de líneas de créditos y aportes no reintegrables.
La provincia obtuvo también aportes no reintegrables que fueron destinados principalmente para la capacitación de los recursos humanos.
“Fuimos a distintos puntos de Salta para enseñar a esquilar, a teñir la lana, por ejemplo; también asesoramos junto con técnicos del INTA sobre cuestiones de sanidad y salubridad y vacunación a los animales”, explicó Eduardo Benítez, coordinador provincial de la ley ovina.
En Salta, el Programa para la recuperación Ovina prevé tres tipos de créditos. Según recordó Benítez, se prefieren los proyectos de carácter asociativo, pues nuclean a varios productores quienes de manera individual no podrían cumplir con los requisitos de ser propietarios de campo y contribuyentes AFIP.
