Basf cierra con balance positivo

Este fue un año importante para nosotros, fundamentalmente porque hemos podido acercar a los productores soluciones innovadoras que los ayuden a desarrollar su negocio. A modo de balance puedo decir que hemos cumplido con los objetivos que imaginamos para este 2009.

Este año en la Argentina lanzamos una nueva familia química: Kixor, de la mano del herbicida Heat, y acercamos a los productores una opción de tecnología para el control de malezas absolutamente novedosa que se ajusta en forma notable a la problemática del agricultor argentino. Por otra parte, luego de haber transitado un exitoso camino con la tecnología

Además, trabajamos mucho en la difusión de la tecnología AgCelence, marca que identifica a ciertos productos de nuestro portfolio, que, además de un control superior de enfermedades, ofrece mayor tolerancia al estrés, mejor calidad de grano y mayor rendimiento de los cultivos.

Hemos identificado una creciente demanda de F500, que es el ingrediente activo del fungicida Opera y de otros productos que también se enmarcan bajo el paraguas de calidad y rendimiento ‘AgCelence’, y acabamos de anunciar la inauguración de la nueva planta productora de F500 en Alemania, que podrá abastecer mejor el mercado local y el de Latinoamérica.

El 2009 fue un año difícil para los productores en materia financiera. En este escenario, desde Basf ofrecimos a nuestros clientes una serie de herramientas de financiación para afrontar una campaña que se presentaba compleja, especialmente para los cultivos de maíz y trigo, debido a factores agroclimáticos.

Estamos apostando fuerte al desarrollo de la agricultura argentina y lo hacemos con tecnología, presencia y un muy alto nivel de inversión. Para nosotros, el negocio agrícola es muy importante y, en los próximos 5 años, nuestro objetivo es lanzar un producto fitosanitario de uso masivo por año.

En este período queremos ayudar a aumentar un 10% la productividad del agro argentino en cultivos extensivos como la soja, el maíz y el trigo.

En cuanto a las proyecciones futuras del mercado, el país tiene un gran potencial para aumentar su superficie cultivada y, por consiguiente, podría llegar a duplicar su producción agrícola en los próximos 5 a 10 años.

Para lograrlo, necesitamos construir una política agropecuaria que considere al agro como un pilar fundamental dentro de la economía del país.

Por Diego López Casanello. Presidente de Basf Argentina

(Artículo publicado en la edición especial de hoy de Infocampo Semanario)