Por tercer año consecutivo, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE en sus siglas en inglés) se unió para celebrar el Día Mundial de la Vida Silvestre.
Según explicó la Organización a través de un comunicado: “en el mundo cada año aparecen de media cinco nuevas enfermedades infecciosas para el ser humano, tres de ellas procedentes de los animales, la mayoría silvestres”.
Es por este motivo que la OIE “reconoce la importancia de la salud de las poblaciones de fauna silvestre, las cuales son centinelas de las enfermedades infecciosas y de los peligros de intoxicación de personas y animales domésticos”.
Por ello, “resulta fundamental contar con un sistema de detección precoz, prevención y vigilancia de las enfermedades de los animales silvestres. Asimismo, dado que los brotes de enfermedad pueden conllevar un riesgo de declive o incluso extinción de especies ya amenazadas, la salud de la fauna silvestre es un componente clave para su conservación”, aseguró la entidad mundial.
En el marco de su mandato global de mejora de la sanidad y del bienestar animal, la Organización ayuda a sus 180 Países Miembros a abordar los impactos sanitarios en los animales silvestres elaborando normas internacionales sobre sanidad animal y apoyando a dichos países en el refuerzo de sus servicios veterinarios para proteger la sanidad y el bienestar animal, incluidos los aspectos relativos a la fauna silvestre y a la biodiversidad.
La OIE también garantiza la transparencia en el campo de las enfermedades de los animales a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria WAHIS, que incluye WAHIS-Wild, una interfaz dedicada a la obtención y difusión de información sobre las enfermedades de la fauna silvestre.
Desde su adopción, en mayo de 2015, “el 6.º Plan Estratégico de la OIE (2016-2020) ha reafirmado el compromiso de la OIE relativo a la fauna silvestre, considerando que resulta esencial influir en el diseño de políticas, así como en la formación, la investigación y la gobernanza en temas de ámbito mundial, entre ellos la interfaz formada por la salud de los ecosistemas y la sanidad animal, la protección de las especies animales amenazadas y el impacto que tiene la pérdida de biodiversidad en la aparición de enfermedades”, explicó la Organización.
Desde 1994, estas estrategias y políticas de la OIE sobre fauna silvestre y biodiversidad se han elaborado en estrecha colaboración con el Grupo de trabajo de la OIE sobre la fauna salvaje, formado por expertos de renombre internacional.
Además, la OIE y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) firmaron en 2015 un acuerdo para reforzar su colaboración en el área de la sanidad y el bienestar animal. Dicho acuerdo respalda la salvaguardia de la biodiversidad mediante la aplicación de medidas de vigilancia y control de las enfermedades necesarias para proteger la sanidad animal y la salud humana a nivel mundial.
“El acuerdo se aplicará en áreas tales como el transporte y el comercio internacional seguro y legal de los animales silvestres que forman parte de la lista de la CITES; el transporte seguro y rápido de muestras biológicas de estos animales con fines de diagnóstico o identificación, en particular a la red de Centros de referencia de la OIE; sin olvidar la prevención y el control de las especies exóticas invasoras”, agregó.

