Casi un quinto de las plantas procesadoras de caña y etanol de Brasil cerrará o será vendida en los próximos años por problemas financieros, ya que los altos costos de producción expulsan a empresas más pequeñas y menos competitivas, informó el lunes la asociación de la industria de la caña Unica, según publicó Reuters.
Cerca de 60 de los 330 ingenios serán vendidos o cerrarán y 10 de esos ya no estarán para el ciclo de molienda en la temporada 2013/14 que empieza en abril, dijo a Reuters Antonio de Padua Rodrigues, director técnico de Unica.
Agregó que el escenario podría variar si hubiera un cambio significativo en las condiciones de mercado o en las regulaciones del Gobierno.
Las mayores empresas han estado comprando a las plantas menos eficientes y de menor tamaño desde la crisis financiera de los años 2008 y 2009, un proceso que las dejó muy endeudadas. Y ahora, la rápida escalada en los costos aumenta la presión sobre los ingenios que lograron superar ese período.
Brasil es el principal productor mundial de azúcar del mundo y las fábricas además destinan casi la mitad de la caña que procesan a la producción de etanol.
Pese al aumento de los cierres y de las adquisiciones que se vienen, las perspectivas para el sector en general están mejorando para las empresas financieramente sólidas gracias a la intervención del Gobierno, que subió la proporción obligatoria del etanol en la gasolina entre otras medidas.
Además, la producción de caña está volviendo a subir luego de dos años a la baja, lo que implica que los costos fijos se reducirán como proporción de los ingresos totales debido a que se procesarán mayores volúmenes.
La consultora brasileña Job Economia estimó que la producción de caña de la temporada 2013/14 entregaría cerca de 590 millones de toneladas, desde los 535 millones de toneladas de la temporada pasada.