Para restablecer la confianza el gobierno nacional debería eliminar las retenciones al trigo, el maíz y el girasol y bajar en 10 puntos (del 35% al 25%) el derecho de exportación aplicado a la soja. Así lo indicó el economista y diputado electo Alfonso Prat Gay durante el XVII Congreso de Aapresid realizado esta semana en el Centro de Convenciones Metropolitano de Rosario.
Para el diputado electo por la Ciudad de Buenos Aires, el kirchnerismo sustentó su modelo económico en una sola variable: el precio de la soja. ‘Cuando los precios y el clima no resultaron como se esperaba, hubo manotazos de ahogado fiscales: aumento de retenciones, la resolución 125 y la corrida a las AFJP’, explicó.
Prat Gay además dijo que sería indispensable eliminar el IVA en productos alimentarios básicos e instrumentar una ‘asignación social universal para todos los ciudadanos que estén por debajo de la línea de pobreza’.
El 48% de los niños argentinos vive en hogares con ingresos familiares que son insuficientes para atender las necesidades básicas y el 58,5% de esos chicos tienen padres con empleos inestables. Tales datos, correspondientes a mediados del presente año 2009, fueron relevados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina que confecciona la Universidad Católica Argentina (UCA).
Además, un 11% de menores de edad sufren inseguridad alimentaria, es decir, ‘padecen hambre frecuentemente en los lugares en los que habitan’, según indicó Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social.
Por su parte, el director de la Cepal Argentina, Bernando Kosacoff, dijo que fue muy escasa la cantidad de empresas creadas en la Argentina en los últimos 20 años. ‘El mercado es una construcción social y depende de las reglas del juego y de las instituciones’, explicó.
‘La Argentina es el país más volátil del mundo: hace 30 años que no se discute un plan de vuelo y no se pueden desarrollar los negocios en contextos de incertidumbre’, apuntó Kosacoff
‘La pobreza es más que un escándalo: es una vergüenza’, gritó el rabino y dirigente social Sergio Bergman. ‘Nos decimos ciudadanos y actuamos como personas. Pero nos preocupa lo público cuando tememos por lo privado’, añadió.
