Un informe elaborado por la consultora CCA y difundido por Granar señaló que “estas dos jornadas de temperaturas extremas han promovido desecamientos superficiales destacados, poniendo presión sobre la oferta de agua de septiembre, la cual sobre el oeste no es suficiente como para revertir la seca. Esto plantea un panorama donde es muy probable que la decisión de los productores muestre una inclinación hacia la soja, con lo cual se justificaría los números que hoy estiman un crecimiento importante de la superficie sembrada con la oleaginosa. El clima y los costos de este cultivo frente al maíz parecen estar sesgando el inicio de la campaña. Es posible entonces que la campaña que iniciamos logre una superficie record en la siembra de soja”.
“Durante el último fin de semana comenzó a observarse una fuerte circulación del sector norte. La masa de aire que se fue incorporando a la región pampeana tenía como origen las zonas secas del NOA y de Santiago del Estero. La misma no encontró resistencia en su avance hacia el sur. Por otro lado la presencia de un sistema de alta presión sobre el continente durante el lunes generó un calentamiento aún mayor de la masa de aire cálido. Esta configuración devino en el despliegue de temperaturas máximas que ya no pueden catalogarse de inusuales, sino que han marcado nuevos valores record en gran parte del centro norte del país. En la ciudad de Córdoba, por ejemplo la máxima del martes superó los 40°C, lo cual claramente no ayudo a sofocar los graves incendios que afectan los valles serranos. Por otra parte hacia el sur y sobre la zona núcleo, los valores fueron más bajos pero igual quebraron el record de las estadísticas de máxima de septiembre. Es decir el final del invierno durante el martes fue propiamente un infierno. El miércoles el aire más caliente comenzó a ser desplazado hacia el este y el noreste y fue entonces el este del NOA, el NEA y gran parte de la Mesopotamia las zonas que se llevaron la peor parte. Este movimiento del aire cálido hacia el este noreste, se observa con claridad en los mapas de temperatura máxima del martes y miércoles”, explicó el informe.
En ese sentido, destacó que “desde ayer el avance de aire más fresco desde el sudoeste, favoreció el aplacamiento de las rigurosas condiciones térmicas que condicionaban el auxilio de las zonas incendiadas en Córdoba y San Luis. Actualmente las temperaturas evolucionan hacia condiciones invernales”.
“Hay que considerar que estas altas temperaturas seguramente han impactado de manera muy contundente sobre los exigidos trigales de Santa Fe y Córdoba, resintiendo las sementeras del norte de Buenos Aires y el sudoeste entrerriano, donde al menos la disponibilidad de humedad era mayor. El sudeste de Buenos Aires sigue quedando más protegido y de alguna manera comienza a definirse como el reservorio de triguero de esta campaña. Para el núcleo triguero tributario de Rosario, principalmente hacia el oeste, la situación se presenta grave. Las perspectivas de precipitaciones no parecen ser generosas o dicho de otro modo queda lejos de la demanda exigida por las sementeras. Para Córdoba, la posibilidad de sembrar maíces tempranos comienza a esfumarse. Los productores que por cuestiones de manejo deban implantar este cultivo deberían ir a fechas tardías, más seguras dentro de este contexto climático”, sostuvo la consultora.
Por otro lado, CCA detalló que “la gran expectativa luego de este período extremadamente cálido, estaba puesta en la llegada de las precipitaciones, sin embargo nuevamente el este de Buenos Aires se ha constituido en el gran recaudador de los sistemas precipitantes. Las precipitaciones no logran expandirse hacia el oeste y esto esta claramente relacionado con la falta de humedad que domina la porción de atmósfera que se extiende hacia el oeste. A pesar de que el aire enfriado favorece la condensación, ésta solo se ha traducido en nubes bajas con pobres posibilidades de lluvias. Solo la persistencia del mal tiempo puede aliviar con algunos milímetros sumados a partir de lloviznas, las zonas más complicadas por la falta de agua”.
“De no mediar un cambio destacado en la oferta de agua durante lo que resta de septiembre, la siembra de maíz temprano se verá complicada en la zona núcleo, fundamentalmente hacia el oeste. Si no se rescatan unos 70 u 80 milímetros hasta mediados de octubre, será conveniente pensar en variedades que permitan realizar siembras tardías. Igualmente el agua es muy necesaria no solo para la siembra de maíz sino también para la floración de trigo. La misma ya se perfila expuesta a condiciones muy exigidas y por lo tanto la producción triguera de la campaña 13/14, se definirá en el sur”, concluyó.
