En los diez departamentos del centro-norte de Santa Fe, “la disponibilidad de agua útil para los cultivos en los primeros 20 centímetros del suelo disminuyó en un 60% respecto de lo que se había acumulado luego del período de lluvias. Hasta ahora, la condición de los suelos se considera de buena a regular”, informó ayer la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF), en su reporte semanal sobre el estado de los cultivos.
Por la combinación de altas temperaturas y de falta de precipitaciones, “se interrumpió el proceso de siembra de soja en la región, donde ya se había implantado el 90% del área prevista”. La Bolsa señaló que se continúa observando en áreas de importancia cultivares desparejos, no uniformes y que se están concretando tareas de monitoreo, seguimiento y controles ante la presencia de ataques de oruga bolillera.
“En algunas zonas de los departamentos norteños, en los cultivares recientemente implantados se observan ataques de trips, arañuela y de medidora, para lo cual se han realizado las primeras aplicaciones de insecticidas”, señaló la entidad, y confirmó que para la presente campaña la superficie destinada a la soja superará el millón de hectáreas.
Según publicó Ámbito Financiero, en el centro-norte santafecino también se detuvo la implantación de los maíces de segunda. No obstante, “se mantiene la intención de siembra, que dejaría un incremento del 10 a 12% sobre lo que se sembró en la campaña 2012/2013, que fueron 41.000 hectáreas”. La superficie implantada con maíces de primera fue de 51.000 hectáreas.
“Síntomas de estrés hídrico con marchitamiento de hojas se observan en el oeste del departamento de San Cristóbal, noroeste de Castellanos y en algunos lotes de 9 de Julio, Vera y de General Obligado.”
Respecto del girasol, se mantiene la alerta por los ataques de cotorras y de palomas. “A fin de evitar mayores pérdidas de granos, los productores tomaron la decisión de aplicar defoliantes para adelantar el secado de los cultivos. La superficie sembrada en esta campaña fue de 86.200 hectáreas y para el final el ciclo se espera un rendimiento promedio de 20/21 quintales por hectárea”, detalló la BCSF.
