La provincia de Buenos Aires convocó ayer a distintos actores de la denominada cadena de carne y les anticipó que aumentará los controles tributarios sobre el sector que, según estimaciones oficiales, evade al menos $ 300 millones al año.
La ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, encabezó una reunión tensa con distintos referentes de frigoríficos y productores de bovinos, de la que también participó el titular de la Agencia Recaudadora de Buenos Aires (ARBA), Martín Di Bella. Sin rodeos, la funcionaria les dijo a los empresarios que el sector es de los más desprolijos de la provincia y que la administración de Daniel Scioli los intimará a regularizar la situación. Y les dijo que el área de Inteligencia Fiscal de Economía cruzó datos de faena por frigorífico con la venta de carne y detectó serias inconsistencias.
Según las estimaciones del Ministerio de Economía bonaerense, el sector cárnico evade impuestos a los Ingresos Brutos por entre $ 20 millones y $ 30 millones al mes. Referentes del sector elevan la estimación hasta los $ 100 millones. La ambición oficial es incrementar la recaudación en $ 300 millones al año. Eso es menos de lo que la provincia colocó como letras cada mes de 2012 para cubrir sus gastos corrientes (alrededor de $ 450 millones mensuales).
Según publicó El Cronista, escucharon a los funcionarios cinco referentes de productores, frigoríficos y matarifes, que entendieron la alerta oficial como una amenaza. Entre ellos, se destacaba el empresarios Jorge Negro Martínez, hombre cercano al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, e integrante de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra). La respuesta de la provincia fue tajante: comenzarán a intimar a los productores y comercializadores para que paguen los impuestos.