Uruguay y Canadá buscan poner en marcha en 2008 la primera planta de producción de etanol a partir de la paja de arroz, con una inversión de u$s 45 M -principalmente a cargo de los canadienses- solamente en su primera fase.
Las cifras son altas, pero el negocio también. Si Uruguay sustituyera el 15% de la nafta que utiliza por etanol, lo que no requiere ningún tipo de modificación en los motores, ahorraría u$s 73 M anuales en la compra de crudo.
La iniciativa se puso en marcha el año pasado, a partir del interés generado por el equipo de investigación dirigido por Jack Sadler, decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de la Columbia Británica, en Vancouver, Canadá. Su equipo, en el que participa el uruguayo Alex Berlín, realizó estudios con desechos de arroz de Uruguay y concluyó que poseen una alta viabilidad económica y ambiental para la producción de bioetanol. La paja arrocera generada por Uruguay -séptimo exportador mundial- permitiría elaborar hasta 500 M de litros de etanol anuales. La planta se instalaría en la localidad de Vergara (en Treinta y Tres) y generaría 300 puestos de trabajo en forma directa. Tendría una capacidad de procesamiento de 300 t diarias, de los cuales se obtendrían unos 80.000 litros de bioetanol.
Sebastián Masana
