Frente al incremento del número de hectáreas afectadas por malezas resistentes al glifosato, como el sorgo de alepo y la gramilla mansa, el Ministerio de Agricultura de la provincia de Córdoba lanzó una iniciativa destinada a ponerle freno a este tipo de plagas. El Programa de Control y Fiscalización de Malezas Resistentes prevé, en el corto plazo, acciones coordinadas con todos los actores de la cadena para avanzar en etapas de sensibilización e intervención intrapredial.
Dichas plagas disminuyen la productividad en las regiones agrícolas de la provincia, y en los últimos años el grado de afectación se potenció provocando graves pérdidas económicas.
El nuevo plan de acción dispuesto desde la Secretaría de Agricultura, a través del área de Sanidad Vegetal, incluye una etapa de capacitación para los ingenieros agrónomos, orientada a la responsabilidad legal y social en el tratamiento de las malezas resistentes.
Se hará hincapié en los alcances de las normas que regulan el correcto uso de productos químicos y biológicos de uso agropecuario. En otra etapa, el programa plantea el fomento de acciones que deben llevarse adelante en los campos, como la implementación de franjas cortafuego que, además de evitar el avance de focos de incendio, sirvan como límite a la dispersión de las malezas.
El secretario de Agricultura, Juan Cruz Molina, manifestó al diario local La Voz: “arrancamos con el primer eslabón que es el dueño del campo o el productor agropecuario, para continuar con el asesor técnico, los contratistas de maquinaria agrícola y las compañías elaboradoras de agroquímicos”.
Evaluaciones a campo realizadas en la provincia han demostrado que el avance del sorgo de alepo en las regiones productivas es mayor que el detectado de la gramilla mansa.