Cargill es, sin duda, una de las firmas líderes en el comercio mundial de granos, que opera no sólo como trader sino que, además, es una fuerte procesadora de granos y productora de alimentos con mayor valor agregado.
A modo de actualización de esta gigante de los agronegocios vamos a presentar los resultados de su último ejercicio económico, correspondiente al 2013, en el que informó una facturación de u$s136.700 millones, lo que representa un crecimiento de apenas el 2% respecto del año anterior, pero donde evidenció una ganancia de u$s2.300 millones, casi el doble de la que obtuvo en 2012, que fue de u$s1.700 millones.
Desde la compañía señalan que este resultado positivo es producto del proceso de reestructuración que está llevando la compañía para ajustar sus costos y hacer que todas sus unidades de negocios reporten resultados positivos.
En su momento, el CEO de la firma, Greg Page, detalló: “Casi todas nuestras unidades de negocios fueron rentables, y más de las dos terceras partes superaron los resultados de hace un año. Durante el año tomamos medidas para aumentar nuestra velocidad y agilidad, mientras que mantuvimos los costos en línea. Además, invertimos en activos que expanden las capacidades de alcance global de Cargill”.
El 2013 fue un año complicado para las principales multinacionales del sector, ya que debieron afrontar una fuerte volatilidad en los precios de los granos junto a cosechas complicadas en Estados Unidos y amenazas de malas compañas en América del Sur que, afortunadamente, no se cumplieron.
En este contexto, Cargill salió airoso, y según detalla invirtió durante el último año fiscal u$s3.400 millones. Entre los hitos remarca la puesta en marcha de su primer complejo avícola integrado en la provincia china de Anhui. Además, al cierre del ejercicio estaba pronta a inaugurar su segunda planta de molienda húmeda de maíz en Brasil.
Al mismo tiempo, en América del Norte está llevando adelante una asociación junto a CHS y ConAgra para conformar la empresa de molienda de trigo más grande de la región. Con 44 plantas de molienda bajo su órbita, Ardent Mills, tal como se llama este joint venture, se posiciona como uno de los líderes mundiales en la producción de harina del mundo.
Para el año en curso tiene en marcha inversiones por más de u$s2.600 millones, en gran medida orientadas al valor agregado en países emergentes.
Retomando sus números globales y analizando sus ventas por segmentos, América del Norte se queda con el 37% sobre el total, mientras que Asia alcanza el 23%, Europa el 18%, y en cuarto lugar se ubica América Latina con el 14%; a ésta le siguen el norte de África con el 6%, y por último, África subsahariana con el 2 por ciento.

