La legisladora nacional de la Coalición Cívica-UNEN, Elisa Carrió, se salió de su rol de férrea oposición al Gobierno y sorprendió al elogiar el programa destinado para los jóvenes que no estudian ni trabajan, denominado ProgresAr, anunciado ayer por la presidente Cristina Kirchner por cadena nacional.
“El plan anunciado es un programa de contención prudente y correcto”, sostuvo la diputada.
Según lo comunicado por el Ejecutivo, ProgresAr consiste en el otorgamiento de un subsidio de $600, y apunta a alrededor de más de 1,5 millones de jóvenes entre 18 y 24 años, que dejaron los estudios y no trabajen, lo hagan de manera informal, o perciban un salario menor del mínimo vital y móvil y cuyo grupo familiar se encuentre en iguales condiciones.
Se trata de un incentivo para que los destinatarios puedan iniciar, continuar o terminar sus estudios primarios, secundarios, terciarios, oficios o universitarios. Además, brindará asistencia para la inserción laboral a través del Ministerio de Trabajo y ofrecerá el cuidado de los hijos a cargo, si los hubiere, mediante el Ministerio de Desarrollo Social.
Como contraparte, el beneficiario deberá rendir cuentas y presentar certificados que acrediten la realización de un examen de salud anual, y la evolución de las materias aprobadas.
Esta mañana, Carrió señaló en su cuenta de Twitter que el plan es útil “como emergencia” para “sacar a los jóvenes del delito”, aunque advirtió que “desconfía de su correcta aplicación”. Y fustigó contra la Presidente de la Nación, al afirmar que “ella ya no gobierna, ni se hace cargo de los problemas”.
Además, se quejó porque la jefa de Estado no hable “de los principales problemas de la Argentina: la inflación, la situación energética y el abandono que sufren los jubilados”. Y pidió “una actualización de los haberes jubilatorios”.
