Federico Ganduglia y Edith S. de Obschatko, del IICA de Argentina, han publicado un trabajo con el título “China en el mercado agroalimentario mundial”.
En el primer capítulo se comienza analizando la función de producción agroalimentaria de China. El 67% de la población económicamente activa de ese país se encuentra en el campo. El área agrícola por habitante es muy baja, la mitad de promedio mundial y la décima parte de la existente en nuestro país.
El trabajo también explica que la población urbana pasó del 26% en 1990 al 39% en el 2002. “Se espera que en 2020 al menos el 50% de la población china viva en las ciudades. Por su parte, la ocupación de la mano de obra rural en sectores agropecuarios se ha estado reduciendo significativamente. Este proceso contribuye a elevar el ingreso per cápita de la población rural”.
Uno de los problemas mayores de China es la escasez de agua. El crecimiento de las ciudades e industria llevan a una competencia cada vez mayor por el recurso, “cuya disponibilidad per cápita es de las más bajas del planeta”. Los problemas de la escasez de tierra y de agua se han agravado como consecuencia de los procesos de urbanización e industrialización. “El desarrollo industrial ha dado lugar a que grandes áreas de tierra agrícola hayan sido reorientadas hacia la construcción de zonas de desarrollo y parques industriales.
Inversiones extranjeras
En el 2003 China superó a los EE.UU. como primer receptor mundial, llegando el valor contractual a u$s 115.000 M (con un incremento de 40% con respecto al año anterior) y siendo el valor realizado de 53 mil millones.
De estos montos, lo recibido por el sector agropecuario ha sido de sólo el 2,76% del valor contractual, u$s 2.276 millones.
