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Claves para descifrar la mentira láctea

El incremento de los derechos de exportación no sirvió para contener los precios internos de los lácteos. Pero barrió del mercado de la leche a buena parte de la competencia.

El incremento de los derechos de exportación no sirvió para contener los precios internos de los lácteos. Pero barrió del mercado de la leche a buena parte de la competencia.
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Por Infocampo

En agosto el valor de la canasta de productos lácteos medida por el INDEC registró un incremento del 3,45% con relación a julio de este año. Y en lo que va de 2005 esa suba es del 15,9% (ver gráfico). Este aumento es el que, supuestamente, trató de evitar el Gobierno por medio del incremento del derecho de exportación aplicado sobre los lácteos.

A fines de julio pasado, el Ministerio de Economía elevó del 5% al 15% el derecho de exportación a la leche en polvo y al 10% el de quesos por un período -según se comunicó- de 180 días.

Tal medida -ya lo sabemos- no logró contener el avance de los precios internos.

Sin embargo, ahora muchas industrias lácteas están comunicando a sus proveedores tamberos que, debido al incremento de las retenciones, pagarán en la liquidación de agosto un precio menor al reconocido en julio.

El 17 de agosto pasado, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, señaló en una conferencia de prensa que, gracias al aumento de las retenciones, el precio de la leche pagado al tambero quedó “en el orden de los 52 o 53 centavos, y se evitó la suba que llegaba a los 60 centavos por litro”. Y luego agregó: “La medida ha tenido el efecto en el marco de lo esperado”.

Los comentarios del ministro se entienden mejor si se observan las siguientes cifras. En junio de 2005 se exportaron 11.078 toneladas de leche en polvo entera fraccionada, de acuerdo a los registros de Sistema Maria/AFIP (posición 0402.21.10.100U). El 56% de ese total correspondió a ventas externas de leche en polvo elaborada a fasón. Sin embargo, en agosto pasado las exportaciones de leche en polvo fraccionada fueron de sólo 1.185 toneladas, de las cuales apenas un 9% correspondió a leche producida a fasón.

Esta brutal caída no es casual: sucede que un derecho de exportación del 15% hace que la venta externa de leche en polvo sea un negocio con una renta nula o insignificante.

Uno de los principales factores que explican la firmeza del precio de la leche pagado al tambero durante el primer semestre de 2005 es la aparición en escena de varios empresarios extra-lácteos que compraban grandes partidas de leche y producían leche en polvo a fasón para luego exportarla.

El dato es que el aumento de las retenciones a los lácteos barrió a estos emprendedores que cometieron el pecado de querer exportar un producto argentino. Pero la medida también perjudicó a las compañías lácteas que colocan en el exterior buena parte de su producción. Con una diferencia: las usinas pueden recurrir al mercado interno para intentar ganar lo que dejaron de percibir por la licuación del negocio exportador. En cambio, los empresarios que producían a fasón quedaron fuera del negocio luego del aumento de las retenciones.

La pregunta que queda por resolver, en tal escenario, es quién pagará (o está pagando) la diferencia, dado que los clientes internacionales pagan en dólares, mientras que los argentinos tienen la costumbre de usar pesos al hacer sus compras. Una segunda mirada al gráfico que acompaña esta nota quizás pueda echar algo de luz sobre el tema.

Ezequiel Tambornini | Especial para Infocampo

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