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Con los ojos bien abiertos

Desde que apareció cerca de estas latitudes en el año 1996 en África, la roya de la soja no da tregua. Los investigadores brasileños son los que más experiencia tienen porque junto a Paraguay fueron los primeros en tener la enfermedad.

Desde que apareció cerca de estas latitudes en el año 1996 en África, la roya de la soja no da tregua. Los investigadores brasileños son los que más experiencia tienen porque junto a Paraguay fueron los primeros en tener la enfermedad.
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Por Infocampo

En nuestro país, hasta el momento los ataques no causaron cuantiosas pérdidas porque apareció en los últimos estadíos del cultivo cuando las consecuencias sobre el rendimiento no tuvieron enormes impactos. Pero los especialistas advierten que se trata de una patología con características tales como que muta permanentemente y se aloja en otras especies que ofician de hospedantes. Sobrevive así a altas y bajas temperaturas, y cuando encuentra las condiciones climáticas óptimas y un lote de soja cerca, aparece.

Para saber hacia dónde van y cuáles son los principales avances en las investigaciones, Basf Argentina reunió en Buenos Aires a prestigiosos investigadores de América y Sudáfrica en el II Workshop Panamericano de Roya de la Soja para intercambiar datos.

Tadashi Yorinori, de Embrapa Brasil, dedica buena parte de sus tareas a buscar genes y variedades resistentes a esta patología. “Por el momento no logramos encontrarlas porque la resistencia fue quebrada en los últimos cultivares que estábamos estudiando”, dijo el brasileño. Alvaro Almeida, también de Embrapa Soja, agregó que trabajan con marcadores moleculares.”Tenemos algunos cultivares con cierta resistencia pero no inmunes. Hay 5 en pleno desarrollo y guardamos una esperanza en ellos”, agregó.

Los norteamericanos la tienen por primera vez y están iniciando los trabajos para determinar las pautas de manejo.

En Paraguay el factor fundamental es el clima. Wilfrido Morel comentó que una de las principales problemáticas está dada por la presencia de soja guacha que hospeda el patógeno.

Prevención y control

Cuando depende de uno

Por el momento, y hasta que no se desarrollen variedades de soja resistentes a esta enfermedad, el control químico es la opción que los productores pueden tomar.

¿Cómo, cuándo y cuánto aplicar? No hay fórmulas universales, pero las investigaciones tienden a ser cada vez más ajustadas a las realidades locales.

Ricardo Balardín, profesor de la Universidad de Santa María en Brasil, comentó que, de acuerdo a las investigaciones que realizan, los resultados indican que las aplicaciones más eficientes son las que se efectúan en la fase juvenil y de pre floración cuando la planta es más susceptible. “Si hacemos una aplicación más temprana tenemos una residualidad mayor”, apuntó.

Dijo que las expectativas se centran en el tratamiento de las semillas, que es hacia donde enfocan las nuevas investigaciones. “Con esta metodología estamos logrando una residualidad de hasta 50 días”, especificó.

Alberto Etienot indicó que entre los aspectos sobresalientes para lograr mejores resultados hay que considerar las condiciones climáticas para aplicar. “No debemos utilizar la misma metodología durante todo el día porque las condiciones varían con el correr de las horas”, explicó.

Ricardo Paglione, de Basf Argentina, comentó que entre los paradigmas por resolver están también los de las enfermedades de fin de ciclo. “Si no se realiza en el estadío de R1 y se llega al de R3, ahí si es el momento, porque si la roya no aparece estamos controlando otras patologías definitorias para el cultivo y su rendimiento”, señaló el técnico.

Verónica Puig vpuig@infocampo.com.ar

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