También le manifestó a la funcionaria la preocupación de los productores por una serie de factores que están afectando el normal desempeño de las tareas rurales, como por ejemplo la escasez de gasoil, la presión impositiva, aumento de costos en insumos, etc.
Se trataron además durante la reunión que se extendió por 2 horas la actualidad del tema carnes, en crisis desde el año pasado dada una serie de medidas del Gobierno que perjudicaron a la producción, como el límite al peso de faena y restricciones a las exportaciones.
Se plantearon los perjuicios que tuvieron los productores en este año, con la meta del Gobierno de pretender anclar el precio del kilo vivo en Liniers, aclarando que la caída en los valores de la hacienda registrada en ese mercado no se vio reflejada en el precio al consumidor.
Se analizó la difícil situación del productor lechero, reclamando la urgente eliminación de las retenciones a la exportación y que se fijen reglas claras y estables de juego, una falencia del sistema actual de comercialización de la leche. Además se pidió poner en funcionamiento el Foro Nacional de Lechería.
CRA llevó también a la mesa de discusión el panorama adverso para la agricultura local, los temas pendientes en el uso de semillas y los problemas que afectan al trigo, dada la baja producción en función de la demanda externa e interna.
Sobre este último tema, se analizó la diferencia entre el valor actual del trigo en el mercado y el precio que realmente se podría pagar.
Se expuso como inquietud la necesidad de analizar con certeza la incidencia de la materia prima en las estructuras de costos del pan, para verificar cuánto influye el aumento del trigo en el valor del producto elaborado.
Entre otros asuntos que fueron analizados por CRA y Felisa Miceli, se pueden mencionar la incentivación al uso de fertilizantes a través de herramientas fiscales, las deudas superiores a los 20.000 pesos en origen, que aún tienen pendientes miles de productores con el Banco de la Nación; la lentitud para concretar la reglamentación del Fondo Compensador del Algodón, la actualización de la Ley de Emergencia Agropecuaria, la situación de la vitivinicultura, del tabaco, y la necesidad de no atentar contra la propiedad privada.
Por último se le requirió la implementación de una política a largo plazo donde el agro no sea sólo un sector extractivo, sino el motor de un país en crecimiento, aprovechando los precios internacionales de los commodities, dejando en manos del Gobierno dar soluciones a todos los temas planteados.
