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Crecen las expectativas para el nuevo girasol
Para la campaña a iniciarse se percibe un probable aumento del área sembrada y una producción, supeditada al clima, que se estima llegaría a 4.4 millones de toneladas.
Por Ignacio Lartirigoyen, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR)
En las próximas semanas comienza la campaña de un clásico argentino, el girasol. Un cultivo por el que los productores optan desde el Chaco hasta Hilario Ascasubi, en el sur de la provincia de Buenos Aires, y desde Entre Ríos hasta San Luis y La Pampa, en el oeste, generando 4 millones de toneladas de grano y 1.6 millones de toneladas de aceite en promedio cada año.
Por diversas razones, el girasol viene creciendo cada campaña. Para la próxima se espera un probable aumento del área sembrada y una producción, que supeditada al clima, podría ascender a 4.4 millones de toneladas.
En el NEA, los agricultores lo tienen como una buena alternativa. Es un oportuno antecesor de pasturas y verdeos en planteos mixtos. Una alternativa de cosecha temprana en la Cuenca de Salado. Un cultivo con buena respuesta al déficit hídrico en zonas de menor precipitación. Y en el sudeste bonaerense es valorado por su alta productividad. Recordemos que en esta región, cada campaña hay 1 millón de hectáreas ocupadas por el girasol.
Lo cierto es que se trata de una oleaginosa regida básicamente por su aceite, responsable del 80 % del valor del grano. Las harinas proteicas, destinadas a alimentación animal, responden al 20 % remanente. En la República Argentina se comercializan 220 mil toneladas de aceite envasado y 5 mil a granel. Otras 35 mil toneladas son destinadas al uso industrial. Según un reciente estudio realizado por ASAGIR para confeccionar el mapa de la cadena de valor del girasol, la cadena de este cultivo mueve en la economía nacional cada año un total de 1.402 millones de dólares.
La nueva campaña en detalle
En el NEA, las lluvias de Mayo y Junio han favorecido, inicialmente, la intención de siembra a implementarse entre la segunda semana de Julio y la primera de Agosto. En este contexto, las precipitaciones complementarias que ocurran durante ese período pueden llevar el área a más de 400 mil hectáreas.
En Entre Ríos, dado el incremento del área en los últimos años y la disponibilidad de agua, las perspectivas son muy favorables para la escala de esta provincia.
En La Pampa, por otra parte, la marcada disminución del área de trigo y la ocurrencia de lluvias hacia los próximos meses definirán la magnitud del incremento del área en esta provincia.
Para el Oeste de Buenos Aires se especula con una superficie similar a la de la pasada campaña.
En el Sudoeste de Buenos Aires, el panorama es similar al de La Pampa. En el Sudeste de esa provincia, la región girasolera más importante del país, los potenciales de alta productividad y perfiles con buena humedad, hacen pensar que la superficie será similar o levemente superior a la pasada campaña.
