Días atrás, la industria brasileña de molienda de trigo denunció que recibió volúmenes significativos de harina de contrabando de la Argentina, que está siendo vendida a un precio inferior al costo de producción local.
Entre los factores que explican el aumento del contrabando, según los molinos brasileños, estaría la estructuración de una red de distribución que abastece el producto supuestamente ilegal, actividad que sería estimulada por la diferencia cambiaria entre los dos países. El sector en su conjunto disminuyó la molienda cerca del 25% durante febrero, un porcentaje muy superior al que se registra normalmente en ese mes. La venta de premezcla argentina también contribuye a la baja de la molienda brasileña.
La harina de contrabando estaría siendo vendida a 30 reales la bolsa de 50 kilos, valor inferior al costo de producción brasileño, donde no se vende por menos de 40 reales.
Según las industrias del vecino país, se estima que entre 700 y 800 mil toneladas de harina ilegal ingresarán al país durante el 2006, cruzando la frontera mayormente en camiones.
Aunque aseguró que los números anteriores son irreales y que lo que se persigue con esta denuncia es el bloqueo del ingreso del producto proveniente de la Argentina, Alberto España, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), no descartó que pudiera estar existiendo tal anomalía.
Un hecho similar, pero con Bolivia, vendría sucediendo desde hace años. La propia Federación de Molineros denunció y advirtió a la Aduana, y a autoridades de ese país, que enormes cantidades de harina estarían ingresando a través de los pasos fronterizos, ocasionando serias pérdidas para ambos estados. Hasta ahora se aguarda el resultado de las investigaciones. España aseguró que “es absolutamente sabida la situación de las fronteras y que nadie hace nada al respecto”. En una carta enviada al director general de la Aduana, en enero de 2004, FAIM alertó al organismo que las pérdidas para el fisco por el contrabando de harina, en un mes supera los u$s 5 millones, mientras que la industria argentina deja de producir para exportación aproxidamente 177 mil toneladas por año.
También se habla de Chile
Si bien en Cancillería aseguraron no haber recibido ninguna denuncia por el caso de contrabando a Brasil, fuentes consultadas por Infocampo dijeron que lo único que hay son versiones, y que también estaría ocurriendo a otros países, como Chile.
La Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo) ya informó al gobierno brasileño, pero la oficina encargada de la fiscalización del movimiento de mercaderías en las fronteras señaló desconocer la existencia de contrabando de harina de la Argentina para Brasil.
A la par del contrabando, crece también la oferta legal de premezcla de trigo de la Argentina, una harina con ingredientes que tiene un impuesto de exportación menor que la harina común. En el primer bimestre se importaron 48.000 t contra 29.000 t del mismo período de 2005.
Sumando el contrabando con las importaciones legales de premezcla (que podrían alcanzar las 300.000 t en 2006), ingresarían en Brasil 1 millón de toneladas de derivados de trigo producidos en la Argentina, que equivale a casi un 15% del consumo brasileño de harina en el año.
Gustavo Malem
gmalem@infocampo.com.ar
