Torello es uno de los 73.429 productores que, según la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, (Oncca) comercializan un volumen anual de hasta 3.000 t de soja, y que en conjunto completan un total de 23,7 Mt.
Infocampo visitó el establecimiento San José, ubicado a unos 10 km de Bragado, al costado de la Ruta Provincial 46. Sobre un total de 1.200 hectáreas se siembran 900 con soja, maíz y trigo.
Fue el domingo 20, dentro de lo que se conoce como “la tregua” en el conflicto entre el campo y el Gobierno. La actividad en el campo no cesa, con el compás marcado por el ritmo de la cosecha: “Tengo que cumplir con los cupos, los camiones con soja tienen que salir esta misma tarde”, explicó Torello.
En San José, la jornada de trabajo comienza con las primeras luces del día. Aunque las cosechadoras empiezan a circular sobre el mediodía, se cargan los camiones y se preparan las dos cosechadoras, con las que trillarán 80 hectáreas/ día. “Para esta campaña utilizamos nuestras propias cosechadoras, una Don Roque 150 y una Vassalli 1.500, de doble cilindro y plataforma de 28 pies”, señaló el productor.
En campañas anteriores, Torello contrataba cosechadoras Deutz 1322, con plataforma de 25 pies. El trabajo conjunto de las dos máquinas permitía un volumen de cosecha diario de 60 hectáreas.
En las 330 hectáreas cosechadas con soja de primera, el rendimiento promedio se ubicó entre 3.500/4.000 kg/ha. En soja de segunda, con un 40% de la superficie cosechada, el rendimiento se ubica en los 2.200 kilos/ha. “Con respecto a la campaña anterior, las heladas y la falta de agua provocó que el rendimiento disminuyera unos 10 qq/ha”, explicó.
En la campaña 2007/2008, según la Sagpya, la superficie cultivada de soja fue de 16,6 millones de hectáreas. Esta cifra representa un incremento del 2,8% con respecto a la 2006/2007, con una producción estimada de 47,2 Mt.
Este volumen significaría un incremento del 3,7% frente a los 45,5 Mt de producción registrados en la campaña anterior.
Con las cosechadoras a punto de comenzar su trabajo, los camiones se dirigen hacia el acopio, que dispone de una capacidad de almacenamiento de 4.500 t, y cuenta con una secadora de granos de 40 t/hora. Los granos y cereales son transportados en monotolvas de 14 y 6 toneladas. “La planta de molienda de alimentos tiene una capacidad de producción de 30 t, la usamos para fabricar alimentos para nuestro rodeo de 75 animales. Este será uno de los últimos años con ganadería”, aseguró.
Según el informe de Distribución Territorial de la Ganadería Vacuna, elaborado por el Inta, desde el año 1994 el incremento en la superficie sembrada con cosecha gruesa supera los 11 Mha. El informe detalla que en ese período, el área destinada a soja tuvo un incremento de 5,8 Mha a 16,8 Mha. Los números de este desplazamiento de la ganadería hacia la agricultura indican que el actual stock ganadero de 54 millones de cabezas está distribuido, según un trabajo publicado por la Cámara de Productos Veterinarios (Caprove), en una superficie total de 6 millones de hectáreas. Torello recordó que empezó a trabajar el campo, un legado familiar transmitido de generación en generación desde hace 120 años, en la década del 80. En esos años, el sistema de producción era mixto, con un 60% de la superficie total destinada a la agricultura, y el 40% para ganadería.
Desde hace tres años, en San José todos los cultivos se trabajan bajo la modalidad de siembra directa. Torello señaló que desde 1991, en algunos lotes del campo empezaron a implementar gradualmente este sistema. “Comenzamos con la soja de primera y segunda, en un total de 70 hectáreas.
En el transcurso de las distintas campañas incorporamos el resto de los cultivos, el último fue el trigo”. El planteo productivo actual del establecimiento es una rotación estable al 33% de trigo-soja, maíz y soja de primera, con pasturas de alfalfa, trébol y cebadilla.
En soja, la combinación de siembra directa y la resistencia al glifosato hizo que los rindes aumentaran de 2.600 kilos/ha a casi 4.000 kilos/ha. Tras una serie de ensayos y análisis, el productor determinó que, para esa zona, las variedades de soja que mejor se adaptaban pertenecían a los grupos 3 y 4.
“En ese momento sembrábamos variedades del grupo 5. Los rindes eran más bajos porque la soja era sembrada fuera de fecha, aun con ensayos y pruebas no podíamos dar con la variedad y los ciclos adecuados”, sostuvo Torello. Al recordar la modalidad de trabajo previo a la incorporación de siembra directa, el productor destacó que empleaba sembradoras Gherardi de cinco surcos, con zapata. A una velocidad de siembra de 7 km/h, en diez horas de trabajo estas unidades permitían sembrar 25 ha/día.
En la actualidad, las 900 hectáreas cultivables de San José son recorridas por dos sembradoras neumáticas Pierobon de doble disco. Con la misma velocidad de siembra y horas de trabajo, estas máquinas cultivan 50 ha/día.
En la última campaña de San José se utilizó la variedad DM 4800. La soja de primera fue sembrada con una densidad de 350.000 plantas/hectárea, mientras que en la de segunda, la densidad de siembra fue de 400.000 plantas/hectárea.
Antes de la siembra directa, Torello trabajaba sus cultivos con arado de reja, y para la fertilización trabaja con la mitad de las dosis actuales.
Un camión toca bocina, y se despide, con su carga de soja, rumbo a la planta de acopio.
Las cosechadoras bajan sus plataformas y se lanzan sobre el lote. Torello, cauto pero optimista, vislumbra la próxima campaña: “Pese a todo, creo que nos irá bien”.
Andrés Lobato
