Publicidad Cerrar X

Debe y haber “fierrero”

La maquinaria agrícola en la Argentina está viviendo un momento muy particular: esta industria tradicionalmente volcada al mercado nacional, y en muchos casos atendiendo a un mercado restringido a su zona de influencia, está cambiando su visión.

La maquinaria agrícola en la Argentina está viviendo un momento muy particular: esta industria tradicionalmente volcada al mercado nacional, y en muchos casos atendiendo a un mercado restringido a su zona de influencia, está cambiando su visión.
infocampo
Por Infocampo

Los intentos esporádicos y de bajo impacto en magnitud con respecto a exportaciones están por sufrir un gran cambio fruto de los compromisos asumidos con Venezuela, que implican volúmenes adicionales de exportación en una franja entre u$s 80 y 120 M anuales.

Esta oportunidad fue planteada como una línea de base para ir creciendo sostenidamente, abriendo nuevos mercados. La característica diferencial del fenómeno que se está viviendo es que se han aunado voluntades y capacidades del sector público junto a los fabricantes y a los proveedores de los principales insumos base.

Las ventajas comparativas y diferenciales del “producto argentino” provienen de un muy particular sistema de producción que está desarrollado en pocos lugares del mundo. Puede destacarse:

Agricultura extensiva en siembra directa con una baja intensidad de uso de insumos y energía.

Idiosincrasia del productor argentino propenso a compartir sus experiencias, adaptar y sugerir modificaciones.

Importante difusión de la información técnica.

La maquinaria argentina satisface con su diseño nichos de mercados con características regionales, produce a baja escala y es muy plástica en sus diseños.

Entre los desafíos que debe superar el sector, el principal es la fuerte dispersión en algunos rubros. Los 60 fabricantes de sembradoras logran un muy bajo nivel de producción anual y altos costos de producción. El desafío es el de la integración inteligente y la especialización.

También es necesario un avance en los aspectos de normalización que abarquen tanto aspectos constructivos como los ligados a seguridad de creciente cumplimiento obligatorio en muchos mercados.

Como pocas veces se abre un panorama promisorio para el sector que requiere un compromiso de todos los actores involucrados de manera de pegar un salto cualitativo y cuantitativo.

Jorge Hilbert

Especial para Infocampo

Seguí leyendo:

Temas relacionados: