La expansión de la agricultura sobre zonas ganaderas es un hecho común de los últimos años.El establecimiento Fortín Farías, de la localidad de Trenque Lauquen, en el oeste bonaerense, muestra cómo con herramientas sustentables se establece la agricultura en campos de cría. Con una historia ganadera-agrícola, en la que de las 2.650 hectáreas sólo 700 eran agrícolas y las restantes campo natural, la entrada de la siembra directa, la rotación de cultivo, el manejo de la fertilización y de la aptitud de manejo por ambientes fueron la llave que abrió el paso a 800 hectáreas más a la agricultura.
Infocampo visitó a Guillermo Beltramo, ingeniero agrónomo de la firma Don Osvaldo, quien contó detalles de esta transición en el establecimiento Fortín Farías. Ponderando la tecnología de procesos más que la insumo dependiente, la planificación en cada ambiente requirió un trato particular para producir el menor impacto en el sistema, apuntar a estabilizar la producción y aumentar la capacidad productiva de los suelos.
‘Ajustaremos la agricultura en todos los ambientes sin quebrar el equilibrio de este sistema’, mencionó Beltramo.Fortín Farías está ubicado en una zona ondulada. Al recorrerlo, se alterna permanentemente entre ambientes de lomas y bajos, de las cuales antiguamente sólo las partes altas eran cultivadas y los ambientes bajos se destinaban como campo de cría.
Es un campo de buena aptitud agrícola, con suelos de capacidades de uso III y IV, con altos contenidos de arenas en su composición, con lo cual el cuidado del agua y la disminución de los procesos erosivos, principalmente, eólicos y también hídricos son la piedra fundamental de este esquema.
‘La estrategia apenas tomamos el campo hace tres años, y que hoy nos permite sembrar 1.500 hectáreas, fue generar cobertura y la reducción de malezas’, destacó el ingeniero agrónomo Beltramo.
El objetivo de esta estrategia se esclarece cuando el técnico explica el porqué: ‘En estos ambientes, en los cuales las lluvias son erráticas para los cultivos de verano y, a su vez, la retención de humedad es limitada, la producción de materia seca, también se limita’. De esta manera, ‘necesitábamos una herramienta que nos permita conservar el agua y la transforme en kg/ha’.
En esta línea con la rotación de cultivos se busca revertir situaciones adversas, como la compactación generada en los ex-ambientes ganaderos, elevar la productividad del recurso suelo y hacerlas lo más estables posibles.
Según el técnico del establecimiento Fortín Farías, la realidad climática y productiva de la región nos permite apuntar a una rotación 50% trigo/soja 2ª – 50% maíz, la cual ya se realiza en una parte del área, y gradualmente se pretende ponerla en marcha en el resto del establecimiento potencialmente agrícola.
En la primera campaña, los lotes con historia agrícola fueron sembrados con trigo/soja 2ª y maíz. En los ambientes en los que la agricultura no se practicaba fueron sembrados soja de 1ª y maíz. La finalidad de esta estrategia era limpiar los lotes con el glifosato, dividir riesgos y ensayar a ‘prueba y error’ el comportamiento de cada uno ante situaciones adversas.
La participación de las gramíneas es muy importante en este planteo, ya que está en práctica en el 50% de la rotación, y al maíz lo sucede el trigo o la cebada.
A causa que el sistema radical de las gramíneas, destacadamente las de invierno, cumple una función descompactadora, a la vez del volumen y la calidad de rastrojo que aportan. Ello minimiza las pérdidas de agua por evaporación directa y gradualmente estabiliza el sistema.
La condición climática de la última campaña alteró los resultados esperados que, sin embargo, mostraron sus aspectos favorables. Las principales mermas se registraron en soja, tanto de primera como de segunda, alcanzando el 50% en el caso de maíz y trigo fueron menores, alcanzando el 40% respecto de la campaña 2007/08.
En este momento también se está sembrando, como cultivo de verano, el girasol. El técnico mencionó que la cobertura que deja la oleaginosa es baja, pero gracias a la exploración radical del cultivo y su mayor tolerancia a estrés es una herramienta más para conseguir estabilidad en ambientes complejos, como resultado de la conjunción de escasa recarga en los perfiles y la heterogeneidad de suelos con problemas de potasio.
Por otra parte, con tecnología de procesos, el traspaso es más dificultoso.’Por esta convivencia entre la agricultura y los ambientes ganaderos, la presión de malezas, insectos y la irregularidad del terreno complican el manejo’, afirmó Beltramo. Esta transformación incluyó también obras de drenaje para el manejo de los excedentes hídricos. El campo posee 110 hectáreas con anegamiento permanente, que actualmente, por falta de recargas de magnitud, se encuentran secas.
Aún se encuentran alrededor de 1.000 hectáreas bajo pastura natural, fundamentalmente, pasturas y cultivos anuales como cebada o sorgo forrajero que son empleados como verdeos, que sostienen un plantel de 430 vientres, alcanzando cerca de 1.000 animales en total.
En aquellos lotes ganaderos, y con problemas de alcalinidad, se planea, durante la segunda quincena de noviembre, sembrar a prueba dos especies megatérmicas: Panicum coloratum y Gramma rhodes.
Debido a la fuerte compactación en estos ambientes, más la degradación química y física debida al sodio, la falta de humedad en épocas de sequía dificulta aún más el manejo, con lo cual todavía la implantación de estas especies está por definirse. Por ello, Beltramo sostuvo que ‘si el manejo ganadero no es sustentable, al igual que si se practica agricultura no sostenible, la ganadería puede ser tanto o más perjudicial que la agricultura, es decir, no hay mejores o peores actividades, sino manejos inadecuados que degradan’.
La ganadería dejó su rúbrica en muchos ambientes del campo que hoy son agrícolas. A pesar que en los lotes que hoy tienen trigo o cebada la infiltración es total, en las áreas ganaderas, con lluvias de magnitud, la escorrentía también es total.En muchos casos, los lotes agrícolas quedaron divididos por los caminos que transitaban los animales.
Nota publicada en la edición de hoy del Semanario Infocampo