Empresarios exportadores de carne vacuna comentaron que sigue habiendo demoras en la autorización de los permisos de embarque que les permiten cumplir con los contratos correspondientes.
El propietario de uno de los frigoríficos que vende a mercados como la Unión Europea, Rusia y Argelia indicó que de los siete permisos que solicitó a fines de la semana pasada sólo le autorizaron cuatro. Según este empresario la demora en la emisión de este documento se debería a presiones de parte del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, para limitar la venta al extranjero y así lograr una mayor oferta de carne para consumo interno.
Desde la Oficina Nacional del Control Comercial Agropecuario (ONCCA) indicaron que la emisión de estas solicitudes de embarque está normalizada y que entre viernes y martes se permitió la partida de 7.500 toneladas. âEl mecanismo está lo suficientemente aceitado como para que no haya inconvenientes. Si se cae algún pedido es porque esa empresa ya había cumplido con el cupo correspondienteâ, indicaron en la ONCCA.
En tanto, otro importante exportador comentó que hay demoras en la circulación de la información entre Aduana, AFIP y ONCCA. El empresario señaló que aunque la carga se haga antes de fin de mes, como la AFIP toma como fecha de concretada la exportación el día que parte el barco, si éste zarpa en el inicio del mes siguiente, esa carga se computa dentro del cupo del nuevo mes. âCon este atraso uno termina exportando entre 30 y 35% del total y no el 50% que en su momento autorizó Economíaâ.
Este exportador, que destacó como positivo el accionar de los funcionarios de la ONCCA, explicó que cuando una empresa hace el permiso de embarque, éste queda bloqueado y la carga no se puede realizar hasta que la ONCCA lo desbloquea lo que se concreta una vez que este organismo recibe la información de la AFIP sobre la base de la cual se determina si ese embarque puede concretarse; además se verifica en ese momento si el exportador está excedido en su cupo, para lo cual la ONCCA depende de la información suministrada también por la AFIP, que, en la práctica, llega con retraso, lo que provoca la imposibilidad de que el exportador alcance su verdadera cuota asignada.
Nicolás Razzetti
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