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El clima productivo mejora también en Cuyo: las abundantes nevadas traen más agua para riego

El INTA realizó una serie de recomendaciones para lograr una gestión eficiente del agua de riego. En la última década, en esta región se venía registrando una disminución importante de los recursos hídricos disponibles para la producción.

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Por Infocampo

Las abundantes nevadas que se registraron en Mendoza traen buenas noticias para los productores. Según el último pronóstico de caudales para la temporada 2023-2024 del Departamento General de Irrigación mendocino, a partir de una buena temporada de nieve en la montaña, habrá un año normal en todos los ríos de la provincia.

Ante este escenario, el INTA realizó una serie de recomendaciones para lograr una gestión eficiente del agua de riego. 

Sergio Marinelli, superintendente de Irrigación, explicó que este año se presenta un escenario particular: si bien la buena temporada de nieve permitirá un caudal normal en los rios, el actual proceso de cambio climático se refleja en que cada vez habrá menos agua disponible.

 “Hay que esforzarse para ser más eficiente en todas las actividades y por esa razón hemos establecido nuevas formas de distribuir el agua y la eficiencia se ubica en el 50%. O sea, todavía hay que mejorar”, sostuvo.

USO EFICIENTE DEL AGUA

El INTA cuenta con una serie de proyectos e iniciativas en marcha, que abordan el uso eficiente del recurso hídrico, clave en la producción mendocina. Este dato no es menor, porque en la última década, la región viene sufriendo una disminución importante de la disponibilidad de agua, a partir de nevadas por debajo del promedio habitual.

Solo en Mendoza, en la  temporada 2019/20 se sufrió la peor situación hídrica de los últimos 33 años, con un 30 % menos de agua que el promedio histórico, según informaron desde el organismo técnico. 

“Si bien esta temporada vamos a contar con un caudal normal, debemos estar alertas ya que, de acuerdo a los modelos climáticos de mediano plazo, la región continuará en situación de déficit hídrico en los próximos años”, consideró Claudio Galmarini, director del centro regional Mendoza-San Juan del INTA.

En San Juan, la situación es similar y de acuerdo a estimaciones oficiales, el escurrimiento para esta temporada está calculado en 732 hectómetros cúbicos (hm3), mientras que el ciclo pasado fue de 1010 hm3 y el anterior, de 530 hm3.

Frente a esta tendencia de menos disponibilidad de agua, los expertos consideraron que es clave mejorar la eficiencia en la distribución y dentro de la finca. 

MANEJO INTELIGENTE DEL AGUA

Desde el INTA impulsan una serie de mejoras para el manejo eficiente del agua. Entre otras,  se destacan el reducir los tiempos de riego, así como la cantidad de tapadas, surcos o melgas regadas de manera simultánea y realizar un retoque de los niveles. Además, es importante mejorar la infiltración de los suelos. 

Fabian Tozzi, coordinador del proyecto gestión sostenible de los recursos naturales del INTA Mendoza-San Juan, detalló el impacto positivo de los ríos atmosféricos. “El fenómeno climático del Niño trae mayor disponibilidad de humedad con precipitaciones en la alta montaña, tal como sucedió este invierno, y precipitaciones en el llano en época estival”.

Un dato a tener en cuenta es que en Mendoza, el 80 % del agua se utiliza bajo sistemas gravitacionales o superficiales. “Si bien no es la tecnología más eficiente, es todavía la más usada por los productores”; señaló Tozzi,

“Para mejorar y optimizar el uso del agua en sistema gravitacional se pueden implementar algunos cambios, de bajo costo, como por ejemplo regular los tiempos y la cantidad de surcos o hileras que se riegan al mismo momento, en función a la cantidad de agua disponible en ese turno de riego”, detalló.

De manera complementaria, se puede mejorar el uso del agua en cuanto a su distribución, con alternativas de bajo o mediano costo, como el uso de compuertas, regueras y mangas.

Para el caso de riego presurizado, se debe aprender a manejar la programación de riego de cada cultivo. Con esta tecnología, tanto el exceso de agua aplicada al cultivo -como también la falta- pueden ocasionar pérdidas de producción, además del aumento de los costos por mayor uso de energía eléctrica.

Por otro lado, en cuanto al uso de esos  equipos, el especialista del INTA advirtió sobre la importancia de tener un programa de mantenimiento. 

BUENAS PERSPECTIVAS CLIMÁTICAS

De acuerdo con el reciente pronóstico de caudales para la temporada 2023-2024 del Departamento General de Irrigación de Mendoza, se estima un año con caudales normales para los cinco ríos de la provincial.

Los ríos Malargüe, Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel cuentan con pronósticos con casi un 50 % más del volumen anual del año pasado, mientras que para el río Grande se espera un derrame de casi el doble del volumen anual del año pasado.

El pronóstico de escurrimientos para el río Grande indica que se espera un derrame de 3.670 hm3, lo que representa el 117 % respecto a un año medio para la sección de aforos de La Gotera. Por su parte, el pronóstico para el río Malargüe indica que se espera un derrame de 300 hm3, lo que representa un 99 % respecto de un año medio para la sección de aforos de La Barda.

Por su parte, el pronóstico de escurrimientos para el río Mendoza indica que se espera un derrame de 1.365 hm 3, lo que representa un 99 % respecto de un año medio para la sección de aforos Guido y para el río Tunuyán y arroyos se estima un derrame de 1.270 hm3, lo que representa un 104 % de un año medio.

El pronóstico de escurrimientos para el río Diamante indica que se espera un derrame 815 hm3, lo que representa un 83 % de un año medio para la sección de aforos de La Jaula, mientras que para el río Atuel indica que se espera un derrame de 960 hm3, lo que representa un 88% de un año medio para la sección de aforos La Angostura.

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