El mercado del agro sufrió una gran transformación (“desarrollo”) en los últimos 5 años. En línea con este “desarrollo” hoy nos encontramos con empresas que concentran cada vez más la mayoría de las etapas del negocio del agro (alquiler, siembra, ganadería, tambo, comercialización, etc.) y abarcan cada vez más extensiones de tierra.
Tradicionalmente, el campo era manejado por el “dueño” y un capataz. Actualmente, este escenario se modificó sustancialmente, tanto en lo que hace a la organización del trabajo como al perfil de management. Las compañías que se fueron desarrollando, lo hicieron bajo modernas formas de organización del trabajo. No les quedaba otra si pretendían adquirir la dimensión que hoy tienen. El trabajo preponderante dejó de ser manual, se rediseñaron procesos de trabajo (workflow). La organización pasó a ser más horizontal y flexible para adaptarse a los constantes cambios del entorno. Ya no hablamos de un “dueño” y su capataz, sino que surge la figura de un gerente de producción que tiene nuevas habilidades, y si bien mantiene y debe tener el conocimiento y la experiencia en el negocio, esto no alcanza. Empieza a ser fundamental contar con habilidades como:
a) El pensamiento estratégico (del negocio): porque va a tener que entender todas las variables económicas-financieras (alquiler, costos, rindes, etc.) y maximizar todas las etapas del proceso, deberá identificar las oportunidades de mercado, las amenazas competitivas y las fortalezas y debilidades de la organización.
b) Mantener el liderazgo para el cambio: para adaptarse a las necesidades cambiantes del negocio y actuar como sponsor, para el resto de la organización, de innovación y nuevos emprendimientos, y afectar los recursos de la empresa a los cambios frecuentes. Por ejemplo, nuevas formas y más eficientes de siembra, de engorde y de complementación de procesos de negocios.
c) El desarrollo de equipos: porque el proceso de negocio, la operación, ahora es compleja y la habilidad requerida es la coordinación de equipos cada vez más técnicos y profesionales.
d) La adaptabilidad y dinamismo: para adaptarse rápido y funcionar en contextos cada vez más amplios. Esta competencia se relaciona con las de disfrutar de viajar y conocer, resistencia al estrés, comprensión de diferentes culturas y capacidad para establecer relaciones interpersonales.
El perfil “formal” de este gerente es un hombre de 35/40 años con experiencia en el negocio, con estudios formales y que utiliza todos los beneficios que la tecnología ofrece (notebooks, GPS, celulares, etc.). Producto de este crecimiento del negocio, surge también y cada vez más la necesidad de contar con técnicos-vendedores. Como en otras áreas de negocios, esta función es muy requerida y demandada y la oferta es escasa. Esto hace que estos puestos sean, principalmente, captados por aquellas compañías de mayor envergadura que están en condiciones de ofrecerles mejores condiciones de contratación. Sucede también que los compradores del exterior los captan de nuestro mercado interno. Como en otros mercados en desarrollo, el desafío de los recursos humanos es estar a la altura de las circunstancias.
Ana Sanio
Especial para Infocampo
Directora de Direcciona, consultora de RRHH de Bumeran Argentina
