Algunos commodities viajan en autos más veloces que otros. Pero todos transitan ‘inevitablemente’ la misma autopista (que es la que determina en definitiva hacia dónde se dirigen).
En el primer semestre de 2010 ‘más allá de las oscilaciones propias de todo mercado de futuros’ los contratos de commodities mostraron una tendencia bajista en línea con la recuperación del valor relativo del dólar estadounidense versus el euro (recordar que los precios de referencia de las materias primas están denominados en dólares).
El tema es que esa recuperación del valor relativo del dólar estadounidense no estuvo sustentada en una recomposición de los indicadores económicos de EE.UU. ‘que siguen muy flojos’ sino en una pérdida de confianza en el euro ante el sinceramiento del endeudamiento brutal presente en las economías menos prósperas de la Unión Europea (Grecia, España, Portugal e Irlanda). De hecho, el valor del euro medido en yenes japoneses se desplomó en el último año (recordar que desde comienzos de la década del ’70 ninguna moneda en el mundo cuenta con respaldo en un activo físico).
Mohamed A. El-Erian es el CEO de Pacific Investment Management Co. (Pimpco), una de las compañías de inversiones globales más grandes del mundo. El hecho es que El-Erian cree que los problemas de desempleo en EE.UU. no mejorarán. ‘Este país está construido sobre el supuesto de que nuestros mercados laborales son muy flexibles: si uno pierde su empleo en California y se muda a otro lugar, obtiene otro puesto de trabajo ahí, pero lo que estamos viendo ahora es un desempleo estructural’, dijo a la agencia Bloomberg.
Algunos economistas más heterodoxos, como el español Santiago Niño Becerra, estiman que a partir de 2007 ingresamos en una fase de crisis similar a la Gran Depresión de la década del ’30. ‘El 2011, precisamente, será un año estructuralmente muy semejante a 1930’, apunta Niño Becerra en su último artículo publicado en España.
Es bueno recordar que, más allá de lo que pase, desde 2002 a esta parte ‘justo después de la salida de la convertibilidad con un tipo de cambio sobrevaluado’ la crisis de confianza presente en las monedas de referencia globales contribuyó a inflar los valores de los commodities agrícolas (el sustento básico de nuestra economía).
Es decir: a medida que crecía la oferta global de monedas internacionales (en 2008, más que crecer, explotó) para alejarse cada vez más de la oferta real de bienes, los administradores de carteras globales seguían posicionándose en activos reales para protegerse de la desvalorización creciente del papel moneda.
Lo que estamos viendo en lo que va del año ‘una volatilidad exasperante en el mercado global de commodities’ se debe en buena parte al hecho de haber perdido la brújula monetaria: ya no disponemos de una unidad de cuenta confiable para saber cuánto valen los bienes básicos de la economía.
Esto es bueno saberlo: cualquier análisis de proyecciones de precios de granos que tenga en cuenta sólo factores intrínsecos de mercado ‘como la sequía rusa, la demanda china y demás’ puede volar por los aires si unos días después una manada de inversores se pone nerviosa y decide liquidar posiciones en commodities para buscar refugio en títulos públicos de naciones centrales (el único lugar adónde ir cuando no se sabe qué hacer con el dinero).
El factor monetario alguna vez resultó (resulta aún) favorable para potenciar el valor de los bienes básicos que vendemos. Pero ahora se ha transformado en una variable impredecible.
Ezequiel Tambornini

