Publicidad Cerrar X

El gaucho en un retrato inolvidable

Con sólo 24 años, el artista pinta la historia del hombre de campo por herencia de su abuelo y por vivencia propia. Hasta el lunes presenta sus últimas creaciones en una maravillosa muestra

Con sólo 24 años, el artista pinta la historia del hombre de campo por herencia de su abuelo y por vivencia propia. Hasta el lunes presenta sus últimas creaciones en una maravillosa muestra
infocampo

Calidad, pasión y herencia se conjugan en cada una de las obras del artista plástico de 24 años.

Nieto de Eleodoro Marenco, el pintor fallecido en 1996, Francisco muestra los aires del campo, como sólo lo hace un verdadero hombre de las pampas.

Madero Marenco es el retrato artístico de la historia del caballo, del gaucho, de sus pulperías con todas sus historias.

Una suerte de curioso cicerone que sirve para explicarle a los demás, lo que solo los de su raza saben.

El artista aborda la temática criolla desde su vasto conocimiento del arte y las costumbres camperas, primero por haberlo visto desde niño en las obras de su abuelo, y luego por vivirlo personalmente ya que reside y trabaja en campos de su familia.

Días atrás inauguró una nueva muestra en Espacio Ag, Arte del Plata, donde también se exhiben trabajos del genial orfebre Juan Carlos Pallarols.

“Nuestra tradición”, nombre que lleva la muestra, es con entrada libre y gratuita, y estará abierta hasta el 2 de noviembre en Marcelo Torcuato de Alvear 1175, en la Capital Federal.

¿Desde cuándo te dedicás a la pintura?

-Me dedico a esto desde toda la vida, desde el primer día que en vi a mi abuelo cómo a través de un pincel podía decir tanto y contar miles de historias. Escucharlo en miles de ocasiones diferentes marcó mi vida para siempre. Cuando entraba en su taller, en la calle Anchorena, en pleno Barrio Norte de la Capital, tenía de inmediato la sensación de encontrarme en un fogón de estancia -asegura el joven mientras los ojos se nublan y la mente se funde en el pasado inmediato, plagado de recuerdos y tradición.

¿A qué fuentes recurrís antes de comenzar un nuevo cuadro?

-Pintar el gaucho del siglo XIX requiere una investigación previa. Fuentes orales, escritas. Escucho mucho a la gente. Este tema, como digo siempre, es verdaderamente inagotable.

Su taller es su búnker preferido, ubicado, como no podía ser de otro modo, en pleno campo, a pocos kilómetros de la localidad bonaerense de General Lavalle.

Es el laboratorio donde el pintor plasma en cada uno de sus cuadros una vivencia diferente de un gaucho diferente.

¿Cómo fueron tus comienzos?

-Dibujé desde toda la vida. La primera exposición en la que participé junto a mi abuelo fue cuando tenía 11 años. Eran pinturas en pastel. De a poco, y mientras la relación con mi abuelo se afianzaba cada día más, aprendí otras técnicas y me animé a más.

Su obra es admirada por tradicionalistas sabedores que, además de fijar su atención en la composición, el color y la perspectiva de su obra, observan con espíritu crítico detalles tales como pelajes, integración de los aperos, modo como se ha puesto una manea, posición de los remos delanteros y traseros en los distintos andares, ubicación con respecto al vacuno o yeguarizo, de quién aplica la marca, forma en que se halla colocado el chiripé, entre otros miles de detalles que no faltan en sus obras.

Cuando Francisco tenía sólo 14 años su abuelo enfermó

¿Cómo fue el seguir cotidiano desde entonces?

Eso me marcó muchísimo. Maduré de golpe. Lo vi sufrir, pero sirvió para volcarme más todavía a la historia; leí, por entonces, todo lo que podía acerca de nuestro país, me metí de lleno en todo. Fue duro, difícil y a veces triste. Pero hoy me siento totalmente enriquecido con todas las enseñanzas y miles de anécdotas que de él me quedaron.

“En cada cuadro pongo mi vida…”

– “La televisión, la radio e incluso en los ámbitos educativos se hace caso omiso de la figura del gaucho de las pampas.”

– “Muy pocos dicen o tal vez no saben que sin el gaucho no hubieran sido posibles las guerras de la Independencia. Los medios de comunicación ignoran al gaucho, y cuando hablan de él es para ridiculizarlo.”

– “Mi intención en cada cosa que hago es reivindicar su historia, mostrarlo de una manera diferente: un ser más sensible, más humano y plagado de sentimientos”, dijo Francisco.

Apasionado, sensible y con ojos que ven más allá de su tiempo y su historia, Francisco es el fiel reflejo de un artista con trastendencia, futuro y proyección.

Por Gustavo Malem

gmalem@infobae.com

Alertas Infocampo por Whatsapp

Ingresa tus datos y número de WhatsApp en nuestro formulario para comenzar a recibir alertas personalizadas del sector agropecuario.
¡Mantente al tanto de las últimas noticias y actualizaciones en tiempo real!

Seguí leyendo:

Temas relacionados: