El primer ministro chino, Wen Jiabao, advirtió que la economía china no está estabilizada y pidió mayores esfuerzos para impulsar el crecimiento económico, que vive un momento de desaceleración confirmado con la suba del PBI en el segundo trimestre de sólo 7,6 %, la peor tasa en tres años.
Las declaraciones de Wen, recogidas ayer por la agencia oficial Xinhua, se producen después de que este mismo fin de semana el viceprimer ministro chino, Li Keqiang, advirtiera de la necesidad de alentar la inversión privada para impulsar el consumo interno y reestructurar la economía.
A pesar del último dato del PBI conocido el viernes pasado, al que se le sumó la baja inflación registrada en junio (2,2%), la menor subida en dos años, Wen destacó, en la provincia sureña de Sichuan, que la tasa de crecimiento todavía está dentro de la meta establecida por el gobierno a principios de año.
“Las políticas de estabilización están funcionando”, indicó el primer ministro.
El gobierno se fijó en marzo un objetivo de crecimiento económico del 7,5 %, después de haberlo situado en el 8 % en los siete años anteriores.
Aunque Wen defendió la capacidad de crecimiento del gigante asiático, advirtió de que la recuperación económica del país todavía no está estable, por lo que el régimen comunista aumentará los esfuerzos en reprogramar y ajustar sus políticas en el segundo semestre del año.
”Las haremos más selectivas, previsoras y eficaces”, afirmó el líder chino.
Según publicó El Cronista, la desaceleración de China, la segunda potencia económica mundial, mantiene en alerta al mundo. El país representa el 30% del comercio mundial y su crecimiento a tasas elevadísimas en los últimos años fue el responsable de que gran parte del mundo, sobre todo los países emergentes y América latina, no sintiera los efectos de la recesión que todavía golpea a los países desarrollados.
En el caso de Latinoamérica, la expansión china trazó un nuevo mapa económico de la región, impulsando el cultivo de la soja en la remota zona centro-oeste de Brasil, planes para un nuevo enlace ferroviario en Colombia que rivalice con el Canal de Panamá e incluso un nuevo emplazamiento en un pueblo peruano en los Andes para instalar a la minera Chinalco.
Las exportaciones a China de algunas de las principales economías de América latina Brasil, Colombia, Chile y Perú se han multiplicado por diez en valor desde el 2001. Actualmente, China es el principal destino para las exportaciones de todos esos países, con excepción de Colombia.
Pero las exportaciones directas a China por un valor de u$s 90.000 millones son sólo parte de la historia. A medida que América Latina se apura en producir los combustibles, minerales y metales que demandan las fábricas chinas, crece también su dependencia de la segunda economía mundial.
Si se desacelera la economía de China, vamos a ver un impacto fuerte, primero en los precios y después en los volúmenes, opina Carlos González, jefe de estudios económicos de la Asociación de Exportadores (ADEX) de Perú.
Las materias primas suponen más de un 60% de las exportaciones de las principales economías de América latina. En el caso de la Argentina, las exportaciones (principalmente de soja) al gigante asiático estuvieron en torno a los u$s 6.000 millones en 2011.