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El marketing de las carnes: el desafío de innovar ante el avance de veganos y “flexitarianos”

En una jornada del IPCVA en San Luis, las nuevas tendencias de la alimentación fue uno de los ejes analizados: “Cada argentino que deja de comer carne es mucho dinero perdido para la cadena”.

Favio Re
Por Favio
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El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) realiza cada dos meses una encuesta para conocer las tendencias de los consumidores de alimentos argentinos.

Según el jefe del Departamento de Promoción Comercial de la entidad, Adrián Bifaretti, los datos muestran que actualmente en Argentina el 68% de la población es carnívora (come de todo y entre ello carne), un 25% es “flexitariana” (está disminuyendo el consumo de carnes en su dieta) y el 7% restante conforma el universo “veggie” (vegetarianos y veganos).

En resumen: una de cada tres personas no consume carne o está intentando dejar de consumirla, lo que constituye una señal de alerta para el sector, porque además es una tendencia que tiene todos los vientos a favor para seguir creciendo.

La carne y cómo “venderla”

“Cada argentino que deja de comer carne es mucho dinero perdido para la cadena”, resumió Bifaretti al liderar uno de los paneles realizados en el marco de una jornada a campo organizada por el IPCVA en un establecimiento ganadero de Villa Mercedes, San Luis, y de la que participa Infocampo.

Por eso, su disertación estuvo apuntada a revelar algunas estrategias de marketing que inevitablemente debe abordar la cadena de las carnes para no seguir perdiendo adeptos, en el marco de un contexto de consumidores que se ven cada vez más influenciados por las tendencias colectivas globales que impulsan un menor consumo de carnes, alegando razones de salud, sustentabilidad ambiental o bienestar animal.


En una de las últimas encuestas realizadas por el IPCVA, una de las preguntas fue: “¿Qué alimentos le interesa incorporar a futuro?”. Para Bifaretti, un dato para prestar atención es que el 20%; es decir, una de cada cinco personas, contestó que quiere incorporar alimentos que reemplacen carnes por vegetales.

Del mismo modo, ante la consulta sobre si están realizando algún tipo de dieta para consumir menos carne, un 28% contestó que sí.

Pero aquí el dato llamativo es que mientras un 16% dijo hacerlo por recomendación de algún especialista en salud (nutricionista, médico clínico o cardiólogo), un 12% lo hace porque “lo vio en las redes sociales o se lo aconsejó un amigo”, subrayó Bifaretti.

El nuevo marketing de las carnes

Este último dato, según Bifaretti, es una de las muestras de la necesidad de que el marketing de las carnes cambie de paradigmas y se enfoque en estas nuevas tendencias y segmentos de consumidores, con mensajes y estrategias innovadores.

“Un ejemplo: no hay que entrar en debate con los veganos, sino por ejemplo plantear la necesidad de equilibrios en los platos, explicar que la carne no puede ser desplazada del plato, porque también es sana”, indicó.

También habló de “derribar mitos”, como que la hamburguesa es una comida “chatarra”. “Hay hamburguesas o milanesas que son saludables, en función de su modo de elaboración”, reflejó.


Asimismo, sugirió “conversar en las redes sociales en función de lo que vaya sucediendo en el mundo”. Es decir, ajustar los mensajes a tendencias o “trend topics”, de manera de tener mayor llegada a los consumidores más jóvenes. Por ejemplo, hablarles a las mujeres, que también están creciendo como “asadoras” o armar un “trap” que defienda a la carne.

La clave, según su punto de vista, es no asociar la carne a productos del pasado e incluso innovar en los modos de comercialización, incluyendo la introducción de nuevas formas de cocción o cortes. El éxito de cortes como T-Bone o Tomahawk, que no eran tradicionales de Argentina, es una muestra.

“Los jóvenes quieren cosas nuevas e innovadoras. Hay que estar en sintonía con sus intereses, ofrecerles experiencias sensoriales nuevas. Hay que defender a la carne, hablando de que es buena para la salud y en Argentina se produce de manera amigable con el ambiente. Y siempre con un discurso flexible”, cerró Bifaretti.

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