En medio del lockout patronal semanal que lleva adelante la Mesa de Enlace, la prensa española se hizo eco del reclamo de un sector del campo que pide por la desvalorización de la moneda. Una extensa nota del diario El País, publicada en su versión de papel y digital, reflejó que que la voluntad de Cristina Kirchner de “no devaluar antes de las elecciones está teniendo un costo enorme” entre los productores del agro y la economías regionales, según publicó Infobae.
La crónica, firmada por el periodista Carlos Cué y con título en su versión escrita “Argentina se niega a devaluar y agrava la penuria de los campesinos”, describe la caída en la producción y rentabilidad de varios empresarios agropecuarios, que se vio intensificada a raíz de los cambios recientes en el comercio internacional.
“Se han perdido ya 400.000 toneladas de manzanas y peras que se han podrido porque no vale la pena con el precio que tienen y va a empeorar. No aguantamos más, no podemos competir mientras nuestros compradores, como Brasil, España, Italia o Rusia están devaluando su moneda. Tenemos la fruta más cara del mundo pero con la inflación ni siquiera nos cubre los costes”, señaló al matutino Jorge Figueroa, presidente de la Federación de productores de fruta de Río Negro y Neuquén.
En otro testimonio, Alberto Zuccardi, director ejecutivo de Bodega Familia Zuccardi, sostuvo que el vino también sufre por el tipo de cambio. “Está bajando la exportación del vino a granel y está amesetado la del embotellado. No facilita las cosas cuando los principales exportadores vitivinícolas como España, Francia e Italia están con el euro devaluado. Desde octubre se ha agudizado, aunque no hay despidos masivos ni cierres de bodegas”, afirmó.
Las mismas complicaciones se dan en el sector de la lechería, donde un productor de la localidad bonaerense de Suipacha planteó que su tambo, puesto en marcha desde 1943, “nunca ha estado tan mal”.
“No cerramos porque vender ahora sería suicida, no hay comprador a precio razonable, pero vamos a pérdidas hace meses. La ayuda que nos dan no sirve para compensar”, consideró Miguel Cappucci, propietario de un tambo con 140 vacas. “Acá no hay estado, debería juntarnos a productores, intermediarios, consumidores y fijar un reparto justo, pero no hay nada de eso, acá funciona el ‘sálvese quien pueda”, agregó.
A lo largo de 2015, las exportaciones del país cayeron un 18 por ciento, mientras que en actividades como la lechería llega al 34 por ciento. Los empresarios argentinos más grandes sostienen que el problema es el atraso cambiario y que subsidios y ayudas estatales para sostener la producción no alcanzan.
Según El País, “no hay sensación de crisis” en la Argentina debido a los planes de promoción del consumo que impulsa el Gobierno, como el “Ahora 12”, y a que los sueldos crecen por encima de la inflación.
“El Ejecutivo ha logrado su principal cometido: mantener el empleo y evitar los despidos masivos que dominaron otras crisis. Lo ha hecho a base de ayudas a todas las empresas en apuros para que no echen a nadie, pero incluso en el kirchnerismo temen que aun si gana Scioli no se mantenga este tipo de política”, sostuvo el matutino.
La apuesta de la Casa Rosada, según el periódico, es “resistir” con ese tipo de políticas contracíclicas hasta las elecciones de 25 de octubre, donde la próxima gestión deberá resolver las cuestiones de fondo.
“La sensación de estabilidad, solo alterada por la subida del tipo de cambio extraoficial y la caída de las bolsas, coloca al peronismo en condiciones ideales para ganar de nuevo las elecciones. Lo que nadie tiene claro es qué pasará después”, concluye la nota.