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Entidades irían a la Justicia porque el INV no fija fecha de liberación

Por primera vez, el ente dejó sin precisar día para 2015 por “falta de consenso”. Estableció que permitirá la salida del vino según stock de cada bodega y estado de nuevos caldos. Oposición de cámaras vitivinícolas.

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Por Infocampo

Si alguna polémica le faltaba a la vitivinicultura en un 2015 que heredó la crisis de sobrestocks vínicos y precios planchados, es no tener una fecha precisa para la salida del vino nuevo al mercado. Es que mientras el sector desde San Juan puja por el 1 de agosto, en Mendoza la postura predominante es que sea este mes. Así, en una decisión que pretende ser salomónica pero genera controversia, por primera vez en mucho tiempo el INV optó por dejar de lado el plazo, y liberarlo “a medida” de cada bodega: esto es, según la estabilidad enológica de los caldos y el volumen remanente. Por su parte, las cámaras locales analizan ir a la justicia por la decisión del INV, según publicó Los Andes.

Así las cosas, los establecimientos que no tengan stock de vinos del año anterior podrán empezar a vender su añada 2015 siempre que esté acorde al criterio técnico y hagan su “check-in” con el Instituto. Quienes, por el contrario, aún dispongan de existencias, deberán esperar el aval del INV, algo que su titular, Guillermo García, justifica en “no causar un perjuicio económico”.

Un día después de la fecha que mayormente pedía la vitivinicultura mendocina (1 de junio), García explicó que “la fecha de liberación siempre se fijó por consenso. Como este año no lo hay, respetaremos el procedimiento legal: los vinos serán liberados como indica la ley, que no habla de fechas sino de cuando estén enológicamente aptos, de controles de cierre de libros, y considerando a las bodegas que no tienen vino viejo y necesitan atender sus mercados. Éste es un año muy particular; el problema principal es el precio, un problema multicausal”.

Una señal para 200 bodegas

Ayer por la tarde, y luego de descartar que se fijara una fecha diferencial por región, el presidente del INV oficializaba su decisión ante directivos de entidades, como también el grado alcohólico, con variantes respecto a otros años.

De acuerdo al registro del organismo, más de 200 bodegas pequeñas y medianas se beneficiarán con la “no fecha”. Son las que, con menos espalda financiera, vendieron todo su vino 2014 y esperan para lanzarse al nuevo ciclo comercial.

Sin embargo, muchos se muestran en disidencia. “Hubo gran presión para esto, pero con el tiempo y la especulación será peor. Está probado en la evolución de los precios, que de $ 1,90 a principios de año está en 1,70 y la cantidad de operaciones decrece. Nos mantenemos firmes en la postura del 1 de junio; otra cosa es alargar el sufrimiento para el productor”, consideró Carlos Iannizotto, de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas). Desde esta institución admitieron la posibilidad de ir a la Justicia con una acción de amparo para frenar la decisión del INV.

Para Walter Pavón, de Bodegas de Argentina, “la postura es no retrasar la salida al mercado. Si bien puede influir en excedentes, cualquier cambio afecta al desarrollo normal de la industria. Es un despropósito”.

Del juez a un método estable

El amparo, sería el corolario del tire-afloje de las últimas semanas, que llegó a dividir aguas entre los gobiernos de Mendoza y San Juan: mientras el gobernador Gioja apostaba al 1 de junio para bodegas pequeñas y 1 de agosto para grandes “tenedores” y trasladistas, la gestión Pérez, que al principio evaluó diferir la fecha un par de meses, terminó inclinándose por junio, pero todo quedó en nada. “El mercado es uno y los volúmenes van y vienen de una provincia a otra”, dijo García.

Sin embargo, las entidades, disconformes, seguían haciéndose oír. “Debe ser algo previsible y técnico. El tema es que no haya discrecionalidad, pero esto se suma a la resolución C-14 (que exige más información sobre el origen de la materia prima y el movimiento del vino) y todas sus implicancias”, consignó Sergio Villanueva, gerente de la UVA.

Por su parte, Mauro Sosa, del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este se mostró sorprendido. “Ignoramos lo decidido. En diciembre propusimos que se liberara en agosto. Esto tiene más que ver con el compromiso político del INV con San Juan”, señaló Sosa.

Al igual que sus pares de Acovi, Villanueva evalúa recurrir a la Justicia, como incluso lo analizan algunas empresas. “No es fácil porque los tiempos judiciales pueden jugar en contra, y a favor de quienes pretenden estirar la liberación”, añadió Iannizotto.

Pese al malestar, ayer García se mostraba confiado en convencer a dirigentes y bodegueros mendocinos. Al punto de apostar a que el procedimiento se mantenga.

“Sería ideal que se convierta en un método permanente a lo largo del tiempo. La fecha es algo convencional, sea el 1 o el 15 de un mes. Ahora se está aplicando el sentido común, en función de que la liberación del vino nuevo es una cuestión técnica, no económica”.

En tierras sanjuaninas, el anuncio no es lo que se esperaba, pero está más cerca de la pretensión de postergar la liberación, como bregaba la Federación de Viñateros. Del lado de los fraccionadores, hubo pulgares arriba de la Cámara Vitivinícola, en tanto consideran que hasta agosto no se vende vino de traslado.

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