A la sombra de los grandes árboles están creciendo otros, y este es el caso de FMC, una compañía de origen estadounidense que se está ganando un lugar en materia de protección de cultivos.
El nombre proviene de “Food Machinery Corporation”, ya que originalmente (en 1880) comenzó fabricando bombas y otro tipo de maquinaria para la agricultura y la industria alimentaria.
En el año 2000 la empresa se dividió, y la parte de maquinaria quedó bajo el nombre FMC Technology, mientras que FMC Corporation se quedó con tres unidades de negocios: los fitosanitarios, los minerales y la salud y nutrición.
La compañía tiene base en Filadelfia (Pennsylvania), y facturó en su ejercicio 2013 u$s3.875 millones, de los cuales u$s2.146 provinieron de la unidad agro. Su ticket cotiza en el New York Stock Eschange (NYSE).
El crecimiento de la unidad agro es exponencial, ya que sólo en 2009 facturaba u$s1.052 millones, vale decir que en cuatro ejercicios creció 103 por ciento.
El diferencial de la compañía es su capacidad de innovación, a pesar de estar en el segundo escalón del competitivo mercado de los agroquímicos.
FMC fue desarrolladora de las cipermetrinas de primera, segunda y tercera generación, y ahora también picó en punta en materia de herbicidas para atacar el problema de resistencia de malezas.
De los u$s2.146 millones facturados en 2013, un 46% provino de los insecticidas, un 40% de los herbicidas, y el 14% restante de los fungicidas y otros.
Pero un dato más que significativo es que el 55% de las ventas proviene de América Latina, superando largamente el 24% que genera en América del Norte.
En este sentido tiene mucho peso la participación del negocio en Brasil, donde se originan más de u$s1.100 millones.
La historia de FMC en la Argentina es más reciente, con una decisión estratégica tomada en agosto de 2011 cuando crean Ruralco (un joint venture con empresarios locales) como plataforma para la distribución de sus productos.
La Argentina está contribuyendo a la facturación con u$s66 millones en el último ejercicio, con un horizonte de llegar a los u$s200 millones en 2020.
Parte de la estrategia se basa en el lanzamiento de productos para combatir el problema de las malezas resistentes. Una de las novedades es Capaz MTZ, registrado para combatir Amaranthus palmeri, y que combina sulfentrazone y metribuzín; otra novedad es Aurora Pack, también orientado a malezas difíciles, como rama negra, que combina carfentrazone y clorimurón.
En la Argentina, los productos son formulados en plantas de terceros o importados ya listos para usar. Pero está en análisis la inversión en una planta de formulado. A nivel global, FMC está apostando fuerte, al igual que sus competidores, por los productos biológicos.
En 2013 celebró un acuerdo con la danesa Christian Hansen, una de las líderes en microbiología para el agro, al tiempo que adquirió el Center for Agricultural and Environmental Biosolutions, desde la cual está armando una plataforma para el negocio biológico.
En esta área, FMC está lanzando Nemix C, un promotor de crecimiento basado en dos especies de Bacillus, que mejora el rendimiento de la caña de azúcar. En tanto Regalia Maxx es un biofungicida para especies frutales.
