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Inmuebles rurales: el valor de la tierra ya tocó un piso y se reactiva el mercado

Un informe de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales asegura que el último semestre dejó indicadores positivos: “Hay más vocación por comprar”.

Tranquera Infocampo
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Por Infocampo

Un informe elaborado por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) afirma que el mercado ha entrado en una “leve aunque esperanzadora reactivación en la dinámica de los negocios”, producto, entre otras cosas, que los valores de la tierra parecen ya haber tocado un piso.

El reporte asegura que el segundo semestre de 2022 fue “mejor que los últimos tres o cuatro semestres anteriores”, porque “comenzó una lenta pero sostenida recuperación de la actividad”.

En lo que respecta a las operaciones de compra-venta, el documento de CAIR asegura que la actividad se incrementó, debido a que aumentaron las consultas y hubo una mayor cantidad de pedidos concretos de inversores “que saben lo que buscan y cuando lo encuentran, muchas veces terminan dispuestos a pagar algo más de lo que tenían presupuestado”.

Esto constituye un cambio de tendencia, ya que hasta mediados del año pasado, era el revés: solía ser el vendedor el que terminaba cediendo, cerrando sus operaciones a un valor menor al de sus aspiraciones.

“Estos cambios de tendencia, generaron una leve aunque esperanzadora reactivación en la dinámica de los negocios. Más movimiento, más revisaciones y ofertas que, si bien siguen siendo inferiores a las esperadas, cuando existe verdadera vocación de venta y de compra, suelen llegar a buen final, y en este escenario parecería que hay más vocación por comprar”, expresa el relevamiento.

Para CAIR, las características que complican que estas operaciones se generalicen aún más “son las de siempre”: necesidad de financiación de difícil instrumentación, el acuerdo concreto del lugar de pago (local o en el exterior), los costos bancarios de movimientos de fondos, sumado a los aspectos impositivos, como el impuesto a los débitos y créditos e ingresos brutos.

LA BAJA DE PRECIOS SE DETUVO

En este marco, un aspecto que impulsa al mercado es que la Cámara estima “con cierta seguridad”, que “el proceso de baja de valores se detuvo”

“Afirmamos, aunque no en forma categórica, que ya habría un piso en los valores de la tierra”, remarca el estudio.

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Por ese motivo es que las pretensiones de los vendedores se mantienen más firmes, incluso con algún signo de recuperación para campos agrícolas de alto potencial. En cambio, los campos extra-pampeanos siguen siendo de lenta colocación, y para estos aparecen plazos de pago, o facilidades de pago, incluso en algunos, pocos por cierto, que se negociaron en kilos de carne.

Sobre esto, CAIR considera que hay que recordar que los valores relativos de la tierra en Argentina están en niveles bajos en relación al contexto mundial, por lo que es esperable que, con reglas de juego más estables y precios más libres, los valores se recuperen.

LOS ALQUILERES, TAMBIÉN ACTIVOS

En tanto, CAIR también resalta que “la existencia de pesos en el mercado y su difícil resguardo ante índices altos de inflación derivó en que una gran parte de ellos fueran volcados a los alquileres de campos agrícolas y ganaderos”.

En lo que fue las negociaciones de precios, el remanente de los alquileres del primer semestre que se concretaron durante el principio de la segunda etapa del año se mantuvieron firmes en quintales de soja.

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“La demanda se mantuvo alta, sostenida y firme para campos agrícolas; y cada vez más firme para campos ganaderos en toda zona productiva, al punto de poder aseverar que en esta campaña quedó insatisfecha por segundo año consecutivo”, afirma el informe.

Así, ante mayor demanda y una oferta menor, se produjo el lógico efecto de un incremento en los valores, que fue de entre el 5 y el 10%.