En la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino se realizó la semana pasada una importante reunión en cuanto al tema micotoxinas. La misma tuvo como objetivo internalizar sobre la temática y en principio relevar las capacidades y posibilidades de interacción con otros organismos.
Del encuentro participaron el Director de la EEA Pergamino, Ing. Agr. Fernando Gándara; el Dr. Adolfo Casaro (ex Director de la EEA Balcarce ya asesor de la Agencia Nacional para la promoción de la Ciencia y la Tecnología); el Ing. Agr. Guillermo Eyherabide como responsable del Programa Nacional de Cereales del INTA.
Además se contó con la presencia de la Dra. Alejandra Ricca del INTA Castelar; los coordinadores del Proyecto de Contaminante de Granos de la Unidad Integrada Balcarce (INTA-UNMdP), Claudia Castelani y Eduardo Fernández; el Ing. Agr. Juan Annone, fitopatólogo actualmente desempeñándose como Gerente en Planificación Nacional del INTA; el Ing. Agr. Daniel Presello, como responsable del proyecto de mejoramiento genético de maíz del INTA Pergamino, y el Ing. Agr. Alfredo Calzolari miembro integrante del Grupo Mejoramiento Genético de la misma Experimental y Coordinador de la Carreras de Agronomía de la UNNOBA; y los especialistas locales Juliana Iglesias; Carolina Fogel; Roberto Lorea; Carlos Pecorari del Sistema de Información Geográfica; Néstor González y Javier Elisei del proyecto de PosCosecha.
El Ing. Agr. Guillermo Eyherabide (impulsor de la reunión junto al Ing. Casaro) comentó que desde hace ya un tiempo ‘hablábamos de embarcarnos en elaborar un plan piloto referido a micotoxinas en trigo y maíz. Veíamos necesario hacer una reunión en Pergamino con la gente que estará trabajando sobre micotoxinas en Balcarce y un grupo de técnicos de la EEA Pergamino que están relacionados con´la temática de micotoxinas en maíz y que tienen asiento en la EEA Pergamino más otros que pueden aportar desde sus especialidades”.
“Actualmente en Pergamino se está trabajando en la búsqueda de resistencia genética a las enfermedades fúngicas que generan las microtoxinas en maní y en aspectos epidemiológicos de las enfermedades asociadas a estas toxinas’, añadió.
Las micotoxinas son contaminantes tóxicos de alimentos. Su eventual aparición se produce por la acción de hongos fitopatógenos y en la actualidad monitorear, prevenir y controlar su presencia en los alimentos elaborados o en sus materias primas representa un gran desafío para quienes trabajan en seguridad alimenticia ya que provocan perjuicios a la producción de alimentos, a la salud humana y animal.
Sobre esta línea vale destacar que la Organización Mundial de la Salud manifestó que el peligro de brotes de enfermedades ligadas a la alimentación es particularmente agudo en Asia y el Pacífico, especialmente en los lugares donde animales y personas viven muy próximos; y a la forma en que se producen y distribuyen ciertos alimentos.
Se estima que una de cada tres personas en el mundo sufre trastornos ligados a la alimentación cada año y 1,8 millones mueren por graves formas de diarrea causada por los alimentos y el agua.
Entre los factores que más contribuyen a la contaminación de granos y raciones por micotoxinas se destacan la humedad, factores climáticos adversos, daños mecánicos al grano, y competencia entre diferentes especies de hongos. Las micotoxinas pueden contaminar los granos en el campo, antes y después de la cosecha, y durante el almacenamiento en silos.
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