Jorge Ávila, director de
-¿Qué factores están determinando la estabilidad del sistema bancario?
-El sistema está líquido y en una posición comparativamente sólida. Siempre tengo en mente la situación de los bancos en 2001. Me parece que esta vez está más firme debido, no a sus propios méritos, sino a la pobre circunstancia que el sector ha vivido en esta última década, años terribles para los bancos argentinos.
-¿A qué se refiere con la ‘pobre circunstancia’ del sistema bancario en la última década?
-En 2000, el sector bancario argentino prestaba el 24% del Producto Bruto Interno nacional. Ya en ese momento era un sector bastante subdesarrollado, sobre todo si se lo compara con Inglaterra, donde los préstamos abarcan el 400% del PBI, y con Islandia, donde, antes de la crisis actual, acaparaban el 1.100%.
-¿Cuál es el nivel de préstamos actual?
-El sector bancario no se recuperó en estos últimos años de bonanza, de buenos precios de los commodities, de recaudación en alza y demás. En 2002 cayó a la nada y luego se fue recuperando hasta llegar, a principios de 2008, a prestar el equivalente del 9% del PBI nacional. Ahora, estamos seguramente más abajo.
-¿Cómo repercute esa situación en el sistema bancario?
-Como consecuencia de ello, el sistema bancario tiene pocos depósitos contra los cuales los potenciales depositantes correrían en un contexto de crisis financiera internacional. Los bancos tienen menos préstamos porque no tienen materia prima, los depósitos. A esto se suma que desde el año pasado, los bancos comenzaron a aumentar su liquidez por temor a una crisis debido al conflicto entre el Gobierno Nacional y el campo, y a los problemas del Indec que creó la valuación de algunos títulos en pesos. Ya en 2008, los bancos estaban prestando sólo el 60% del total de los depósitos. Esta liquidez es la que está posibilitando al sistema bancario mantener su estabilidad en medio de la crisis internacional.
(La entrevista completa puede leerse en la edición de hoy de Infocampo Semanario)