A pesar de la recuperación que está registrando la actividad industrial, hay problemas estructurales en la economía que deben cambiar para que el crecimiento sea sostenido. Así lo advirtieron los analistas de la consultora Ecolatina en un informe en que el que señalaron que la actividad rebota pero no crece.
Según el trabajo, el repunte de la actividad industrial del 3,6$ interanual, verificado en el segundo trimestre del año, difícilmente se sostendrá en los próximos meses, y la producción fabril cerrará 2013 con una suba de 2,3%. El pico de crecimiento exhibido difícilmente se sostendrá en los próximos meses. Pese a que la demanda interna de automóviles y los sectores asociados a la construcción mantendrán tasas positivas de crecimiento, la producción fabril ya empieza a mostrar los primeros indicios de desaceleración, advirtieron los economistas de Ecolatina. La consultora subrayó que el alza de 1,1% interanual registrada en el primer semestre del año alcanzó solamente para recuperar los niveles de hace dos años: actualmente se ubica sólo 0,6% por sobre el pico del primer semestre de 2011. Según explicaron, ese repunte vino, principalmente, de la mano de la producción de automóviles, cuya demanda local aumentó a causa de la brecha cambiaria y la inflación.
Sin embargo, la desaceleración de Brasil está teniendo un impacto negativo en la producción de automotores, aclararon.
De acuerdo con sus estimaciones, habrá una contracción de la producción industrial en julio y agosto, y el año mostrará una desaceleración de la industria manufacturera. En ese sentido, en el informe calcularon que el sector fabril crecerá este año levemente por debajo del Producto Bruto Interno (2,3% interanual frente a 2,5% interanual, respectivamente).
Ecolatina planteó que si no se resuelven los problemas estructurales del sector industrial, como las trabas a las importaciones, los controles de cambio, el atraso cambiario y los cortes de energía, su dinamismo continuará friccionado no solamente en los meses que restan de 2013, sino también a futuro. Los analistas detallaron que la implementación de las trabas a las importaciones dificulta la producción manufacturera, dado que la industria argentina depende en gran medida de bienes de capital, intermedios y combustibles provenientes de otros países. Si bien esas trabas han sido levemente flexibilizadas en la primera mitad de 2013 (las importaciones crecieron 11,2% i.a. entre enero y junio), aún continúan generando dificultades, aseguraron. A eso se le suman los controles de cambio implementados a partir de octubre de 2011, que, según la consultora, desalientan la formación de capital, debido a las restricciones para girar utilidades al exterior que enfrentan las empresas. Por otro lado, señalaron que si bien la tasa de devaluación oficial se aceleró, apenas alcanza para compensar el aumento de los precios internos.
