Este año, la superficie triguera en la provincia disminuyó 15% (alrededor de 578.000 ha contra 680.000 del 2004), aunque los rindes se mantuvieron dentro de los promedios, y en muchos casos los superaron hasta alcanzar cifras extraordinarias.
En general, la media en el centro santafesino arrojó 27/28 qq con picos de 48/50 qq. En el sur fue de 35 qq, mientras que en casos puntuales superó los 70. En el norte, en cambio, las perspectivas eran negativas por la grave sequía y, sin embargo, la producción se enmarcó dentro de los17/18 qq -considerado normal para la zona-, aunque con presencia de “grano chuzo” y la consecuente pérdida de calidad. Desde el Ministerio de la Producción estimaron que las lluvias oportunas y la escasez de enfermedades fueron determinantes y agregaron que todavía resta levantar un tercio de la cosecha, que finalizaría en los próximos 15 días.
Por otra parte, se calcula que la superficie sojera seguirá creciendo, aunque en menor medida porque ya no encuentra tanto espacio. “Antes se cerraban tambos y se corría la invernada, pero ahora ya no hay tanta chance de expansión”, explicó el director de Análisis Agropecuario, Modesto Malvasio.
El maíz, si bien redujo el área a nivel provincial, tuvo destino de engorde debido al aumento de la carga animal en los planteos ganaderos.
Mientras tanto, la superficie con girasol en el norte se incrementó alrededor del 50% (120.000 ha sobre un promedio de 80.000), contra una disminución de 10% en soja de primera. El aumento de temperatura favoreció los rindes.
Juan Manuel Fernández
Corresponsal de Infocampo en Santa Fe
